600 personas participaron de la charla técnica sobre el virus rugoso del tomate

Fue organizada por el Senasa, el INTA y el Inase para informar sobre su prevención y manejo.

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), y los institutos nacionales de Tecnología Agropecuaria (INTA) y de Semillas (Inase), brindaron una charla técnica sobre el Virus Rugoso del Tomate, en el marco del trabajo interinstitucional que desarrollan para la prevención de esta nueva virosis, que daña cultivos de tomate y de pimiento en distintos países.

Participaron más de 600 personas que siguieron el encuentro virtual de dos horas, donde técnicas y técnicos de las instituciones mencionadas abordaron temáticas como: síntomas, formas de transmisión, medidas de prevención y manejo, diferencias con otras virosis y normativa vigente.

La apertura del encuentro estuvo a cargo del director nacional de Protección Vegetal del Senasa, Diego Quiroga; la presidenta del Inase, Silvana Babbit y los coordinadores del Programa Nacional de Protección Vegetal, Eduardo Trumper y del Programa Horticultura, Flores y Aromáticas, Daniel Kirchbaum, del INTA.

Fue la primera charla informativa a nivel nacional llevada a cabo dentro del ciclo de capacitaciones, reuniones y jornadas previstas con el sector vinculado a los cultivos de tomate y pimiento, como asociaciones de productores, semilleros, plantineras y viveros para difundir la importancia y posible impacto de esta enfermedad en la producción, así como establecer acciones de prevención y detección temprana.

El virus rugoso del tomate se identificó por primera vez a nivel mundial en 2014 en Israel y en 2019, Argentina lo incorporó al Listado de Plagas Reglamentadas y comenzó a regularlo en la importación de semillas de tomate y pimiento, ya que el virus fue categorizado como una plaga cuarentenaria por el Comité de Sanidad Vegetal del Cono Sur (Cosave).

En nuestro país se ha implementado un monitoreo activo en zonas donde se concentra la plantación de cultivo de tomate y pimiento y se tomaron muestras que permitirán determinar su presencia, mediante confirmación oficial del Laboratorio del Senasa.

Los síntomas pueden expresarse en hojas como una deformación en su desarrollo que les da aspecto arrugado y moteado, mientras que en frutos se observan manchas marrones o amarillas con rugosidad, deformaciones y maduración irregular.

Al no existir un tratamiento para la plaga sólo pueden aplicarse medidas para minimizar el riesgo de contagio y dispersión, por lo que el Senasa junto con el Inase y el INTA, establecieron hicieron recomendaciones para prevenirla: Comprar semillas en comercios registrados en el Inase y verificar que el envase tenga el rótulo amarillo de identificación y registro del Inase; asegurarse que los plantines se produjeron en condiciones seguras en viveros registrados por el Inase e inscriptos en el Senasa; limitar el ingreso a la zona de cultivo a las personas estrictamente necesarias para su manejo; utilizar ropa protectora que pueda desinfectarse finalizada la jornada; desinfectar las herramientas antes de pasar a otra fila dentro del lote; contar con un sitio para lavar y desinfectar herramientas, manos y calzado con lavandina comercial al 10% preparada el mismo día con agua limpia; limpiar y desinfectar el invernadero al final de una temporada de producción y al detectar una planta enferma evitar el contacto con ella, desinfectar todo el material con el que se la manejara y aislar el sector y avisar a la oficina del Senasa, Inase o INTA más cercana o enviar un correo electrónico a: tomate o un mensaje al Whatsapp: +541135859810.

Fuente: Prensa Senasa.