Pautas dirigidas a la producción de cosechas saludables y abundantes.
Ante la mayor demanda de alimentos sanos e inocuos, la autoproducción resurge como alternativa viable y desde el programa ProHuerta del INTA y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación dan consejos para lograrlo.
La primera pauta es abonar el sustrato- si es posible con compost de los propios residuos-, luego de cada temporada de cultivo para reponer los nutrientes consumidos.
Segunda: Sembrar plantas juntas para que se beneficien mutuamente, aprovechar el espacio en la huerta y evitar que aparezcan malezas.
Tercera: Rotar los cultivos para cuidar los nutrientes del suelo sembrando unos en la temporada de primavera- verano y otros en la de otoño-invierno.
Cuarta: Regar con cuidado sobre el sustrato, sobre todo en primavera y verano para no exponer la huerta en horas de alta radiación solar.
Quinta: Proteger el suelo del impacto de las gotas de lluvia o de la alta radiación en épocas estivales con un mantillo de materiales biodegradables y livianos.
Sexta: Acumular tierra en la base de las plantas, para fortalecer y proteger el tallo en crecimiento y evitar estrés o deshidratación.
Séptima: Quitar plantas no comestibles o “desmalezar”, pero no hacerlo con aliadas como la ortiga y el diente de león.
Octava: Podar o quitar brotes de las aromáticas para que renueven sus hojas y en caso de los tomates, sacar los brotes axiales para fortalecer los tallos principales.
Por último: Tutorar las plantas que los necesitan con cañas secas estructuras metálicas fijas reutilizables, para sostener sus ramas y que no se quiebren por el peso de los frutos.
Fuente: Prensa INTA.