Análisis y estimación económica de la Cebada Cevecera

La cebada cervecera es uno de los principales cultivos de invierno realizados en el Sudoeste Bonaerense Semiárido. La superficie total sembrada en la campaña 2016/2017 fue de 73.300 hectáreas, que se discrimina de la siguiente manera: distrito de Puan 38 mil, Tornquist 11 mil, Coronel Rosales 20 mil y Bahía Blanca 4.300.

En el informe presentado por la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Inta Bordenave, el análisis económico buscaba determinar el margen bruto por hectárea para la presente campaña en base a dos posibles destinos: la venta directa o el consumo y posterior venta de novillos. A tal efecto se determinaron cuatro modalidades de producción distintas: el sistema modal de la zona (tanto en siembra directa como convencional), la siembra directa con alto uso de insumos y la labranza convencional con bajo uso de insumos. Estos parámetros de referencia zonales han sido definidos para poder orientar la toma de decisiones productivas.

Según la densidad de siembra, las labores varían en cuanto a siembra, fertilización, pulverización terrestre, siembra y rastra, rastra de disco y cosecha, mientras que la diferencia en los insumos se producen en el uso de curasemilla, fertilizantes y agroquímicos.

El estudio -que lleva la firma de los profesionales María Soledad Carrasco, Corina Cerdá, Gerónimo De Leo, Federico Labarthe y Federico Castoldi- plantea que el total de costos por hectárea oscila entre 111 y 384 dólares, según una y otra modalidad. En todos los casos las labores representan una parte importante del mismo, siendo la participación promedio sobre costos totales de 54 por ciento. El uso de fertilizantes y agroquímicos solo representa el 25 por ciento de las erogaciones. Los costos directos se han incrementado en un 3 por ciento respecto de diciembre 2016.

Venta de cebada

El precio neto estimado al momento de la cosecha se calcula en base al promedio de precios publicado durante el mes de junio 2017 por el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba) para enero de 2018.

Para cada modalidad de producción se estableció un umbral de rendimiento por hectárea, representativo de las variaciones en resultados que se han observado en la región semiárida en los últimos años al momento de la cosecha. De esta forma se efectuó el cálculo del margen bruto esperado por hectárea para cada rendimiento esperado, a efectos de poder establecer la variación en el resultado económico en cada caso.

El margen bruto total por hectárea oscila entre los 227 dólares/hectárea (siembra directa con alto uso de insumos y rendimiento a cosecha de 6.000 kg/ha) y un mínimo de -30 dólares/hectárea, en el caso del bajo uso de insumos con un rinde de 800 kg/ha. La modalidad convencional presenta retornos por dólar gastado cercanos a uno, en el escenario de rendimientos mínimos.

Cabe aclarar que el margen bruto no considera los costos de estructura.

El rinde de indiferencia disminuyó un 5 por ciento en promedio, respecto de diciembre 2016. Esto se debe a que los costos directos totales se incrementaron en menor proporción respecto del precio neto estimado para el momento de la venta. Sin embargo, el precio final a pagar al momento de la venta podrá presentar variaciones en base al comportamiento de los mercados.

El mayor impacto a nivel de costos fue el incremento en el flete, con la consecuente disminución en el margen bruto por hectárea y en el retorno por dólar gastado.

Consumo de cebada y posterior venta de novillos

Para poder evaluar el resultado económico del uso de la cebada como insumo para alimentar la hacienda, se tendrá en consideración el supuesto de la invernada de vacunos. En base a ello se asume que cada 11 kg de materia seca se logra obtener un kilo de carne en la categoría novillos 12 .

En el escenario de la conversión del cereal a kilos de carne, los rendimientos de indiferencia expresados en kilos de carne parten de 87 kg/ha y ascienden a 266 kg/ha para el caso de alto uso de insumos.

Como en el caso de la venta directa de cebada, el retorno por dólar gastado proyectado para 2018, presenta un incremento cercano al 5 por ciento respecto de los precios registrados en diciembre de 2016. Asimismo, se han reducido los rendimientos por hectárea para cubrir costos directos. Este resultado podrá variar en función al valor pagado por kilo vivo de novillo al momento de la venta.

Bajo las actuales condiciones de mercado, la conversión de cebada en kilos de carne (invernada), resulta en un mayor margen de ganancia para el productor, respecto de la venta directa. Sin embargo, se debe tener en consideración el costo de oportunidad implícito debido al tiempo transcurrido desde la cosecha de la cebada, a la venta final de los animales. Cada caso se deberá evaluar en forma particular, en base a las necesidades financieras de cada establecimiento.