Daiana Capdevila desarrolló el método “Rosalind”, que evalúa la calidad del agua de forma fácil y económica.
En 2018, mientras estudiaba la respuesta al stress de las bacterias en el cuerpo humano, la química Daiana Capdevila, del Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires (IIBBA – CONICET) recibió el llamado de unos colegas que sería el puntapié inicial para que ganase la Beca L’Oréal – UNESCO “Por las mujeres en la ciencia”.
Le propusieron medir los contaminantes del agua con el mismo método que usaba para estudiar las bacterias: aislar las proteínas de las bacterias y mezclarlas con un reactivo, que daba una señal verde si el agua estaba contaminada.
Algo que funcionó perfectamente y en 2019 la llevó planear su aplicación en la Cuenca Matanza-Riachuelo bonaerense, que provee de agua al 15 % de la población del país y está entre las más contaminadas de Latinoamérica, que por causa de la pandemia no se concretó pero hará pronto.
Capdevila y sus colaboradores bautizaron “Rosalind” a este sistema que mide metales pesados como plomo, cadmio, zinc, cobre y níquel en el agua superficial en honor a la científica Rosalind Franklin y fue merecedor de la Beca L’Oréal.
Fuente: Prensa CONICET.