Desarrollan biofertilizante que mejora el suelo de los campos deportivos

Una nueva metodología de trabajo permite obtener un biofertilizante a partir del compostaje de residuos orgánicos y su posterior pelletización.

Investigadores del INTA desarrollaron un biofertilizante, que fue aplicado en la cancha auxiliar del campo deportivo del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, como fertilización biológica para contribuir al acondicionamiento del suelo.

Luciano Orden, investigador de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Hilario Ascasubi del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), trabaja en el aprovechamiento de residuos orgánicos a partir de su compostaje y trabajando en equipo ha logrado desarrollar tecnologías de vanguardia en el país como una máquina removedora de compost y sensores que hacen posible la producción de enmiendas orgánicas a mayor a escala y el seguimiento del proceso a campo a través del envío de datos por telemetría.

A partir de estas herramientas de mecanización se logró optimizar la gestión del compostaje de diferentes residuos orgánicos y habilitó la gestación de otra innovación -implementada junto con Javier Ferrari, investigador del INTA Bariloche-: la posibilidad de pelletizar el compost hasta obtener una presentación nueva en el mercado.

Orden destacó: “Aún en fase de estudio, el pellet de compost tiene algunas ventajas sobre el compost tamizado que sale directamente del campo. Se aplica con las máquinas convencionales de fertilización, se incorpora mucha más cantidad de material orgánico por metro cuadrado, porque tiene menos humedad, se distribuye mejor, puede acopiarse y hasta es más eficiente de transportar en términos de logística”.

Gracias a la articulación con el Club Atlético San Lorenzo de Almagro, los investigadores pudieron probar el biofertilizante como principal componente de una estrategia de fertilización biológica, que da respuesta a una necesidad escasamente resuelta en el rubro de los campos deportivos en la actualidad.

La producción de césped tiene un ritmo mucho más intensivo que las actividades agropecuarias tradicionales y un césped de golf se corta prácticamente todos los días de la semana, mientras que el de un campo de fútbol se cosecha entre dos y tres veces a la semana.

Una demanda alta a la que se suma la del tránsito de un partido y hace necesario que el césped tenga una capacidad rápida de rebrote y reparación de los daños.

El compost contribuye a los requerimientos de fertilización física, porque mejora la estructura del suelo y biológica, debido a que la existencia de materia orgánica garantiza la posibilidad de que haya capacidad de intercambio catiónico, es decir, la disponibilidad de ‘platos de comida’ para que las plantas se desarrollen.

El compost del INTA presenta una excelente calidad, porque es limpio, suave, de buen olor, con buena humedad, no está mezclado con tierra y tampoco con malezas y puede aplicarse sin necesidad de roturar el terreno y se va incorporando en el suelo con la lluvia

En adelante, los técnicos realizarán un seguimiento de los ensayos con el objetivo de evaluar la eficacia de la estrategia y poder extrapolar los resultados a campos deportivos de otras actividades como rugby, polo y golf.

Fuente: Prensa INTA.