El taller versó sobre la práctica de germinar semillas para que resulten más fáciles de digerir y para sacar el máximo provecho de todos sus nutrientes.
El grupo de turismo rural “Tradiciones Mediterráneas” dependiente de la Agencia de Extensión Rural (AER) de INTA Bahía Blanca, el programa Cambio Rural, Pro Huerta y la Red de Turismo Rural del centro sur de la provincia de Buenos Aires figuraron entre las organizadoras de la capacitación, que se dictó en Huerta Lilen, ubicada en Villa General Arias, de Coronel Rosales.
La jornada comenzó con una exposición de la capacitadora Virginia Schmitd, quien introdujo a los 20 asistentes en el mundo de los brotes. Entre lo conversado se mencionó por qué incorporar brotes a la dieta, qué semillas se pueden utilizar y cuáles no y, lo más esperado, cómo hacerlos.
Luego de un refrigerio se trabajó en la práctica, y los mismos asistentes armaron nuevos brotes y lavaron algunos listos para el consumo y su degustación. En la mesa de trabajo del taller se contó con brotes de diferentes semillas como alfalfa, poroto mung, lentejas, fenogreco y mostaza.
De cada una de las semillas se explicó su proceso: temperatura del agua, horas de activación para su consumo, horas de activación para su brotado, cantidad de veces de remojos, días de desarrollo y su rendimiento en volumen.
Durante un intervalo, los dueños de casa conversaron sobre su emprendimiento. Huerta Lilen es un microemprendimiento familiar, dedicado a la horticultura, que desde hace veinte años apunta al retorno a lo natural, enriqueciendo la calidad de la vida a través de la satisfacción de cultivar productos sanos y naturales, desarrollando buenas prácticas de cultivo y cosecha, de bajo impacto ambiental. A su vez, otros dos integrantes del grupo ofrecieron sus productos: tés artesanales y aceite de oliva de Finca Clementina.
Acompañaron la actividad la promotora y asesora del grupo Tradiciones Mediterráneas, María Isabel Haag, y la agente del proyecto Julieta Colonnella.
Fuente: Prensa AER INTA Bahía Blanca.