Al comenzar la primavera la necesidad de lluvia mantiene en vilo a los productores agropecuarios.
La ajustada disponibilidad de agua, la falta de lluvia y las últimas heladas marcan un contexto complejo para la campaña gruesa en el que no falta la posibilidad de un evento Niña.
Recientemente, en una charla sobre perspectivas agroclimáticas para la zona núcleo, organizada por el INTA Santa Fe, la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (CARSFe) y el Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología de la provincia de Santa Fe, Pablo Mercuri -director del Centro de Investigación de Recursos Naturales (CIRN)- afirmó: “Convivimos con una alta variabilidad climática actual.” “Estamos en un ciclo de años más secos y las condiciones actuales de océano y atmosfera indican que es probable que la primavera y el verano tengan algunos milímetros por debajo de los valores normales”.
Respecto a las heladas, Mercuri destacó que si bien la tendencia mostraba un acortamiento del período de heladas con inviernos más breves, los dos últimos inviernos muestran un incremento en su frecuencia e intensidad en el centro del país, con anomalías respecto a los valores medios y concluyó: “El desafío es definir el clima futuro por regiones precisas y con antelación, ante una alta incertidumbre en las predicciones”.
Por ello se debería aprender a tomar decisiones con información probabilística y a gestionar el agua y también se necesitaría incrementar la disponibilidad de datos agrometeorológicos para esa toma de decisiones.
Fuente: Prensa INTA.