El agua subterránea es un recurso estratégico

El INTA aborda diferentes aspectos relativos a este recurso con gran potencial en el país.

Las aguas subterráneas no se ven, pero sus efectos se aprecian en todas partes, ya que aportan gran proporción de la que se utiliza para consumo humano y son extremadamente importantes para el funcionamiento de diferentes ecosistemas.

El 22 de marzo se conmemoró el Día Mundial del Agua, bajo el lema: “Aguas subterráneas: hacer visible lo invisible”, mientras el INTA apunta a una visión integral vinculada a ellas y las implicancias de las actividades humanas.

Roberto Esteban Miguel, referente en agua subterránea y gestión ambiental del INTA Chilecito –La Rioja– explicó: “Sabido es, que a nivel global el 70 % del agua se utiliza en actividades agropecuarias, aunque en países agroexportadores estos valores superan el 95 %. También es conocido, que del total de agua disponible en el mundo, sólo el 3 % es agua dulce. Lo que poco se sabe es que el 0,01 % del total global se encuentra en ríos y lagos y un 0,6 % se almacena acuíferos, es decir, que gran parte del agua dulce disponible y aprovechable del planeta es invisible a nuestros ojos”.

Según Marino Puricelli, referente en hidrología superficial y subterránea del INTA Balcarce –Buenos Aires–: “El cambio climático también afecta los procesos hidrológicos de recarga, impactando en las reservas de agua subterránea” y desde el Proyecto Estructural “Gestión Integrada de Recursos Hídricos en Cuencas del Sistema Agroalimentario Argentino” existen numerosas líneas de investigación que abordan su estudio.

Complementariamente, el Proyecto Estructural “Uso y gestión eficiente del agua en sistemas de regadío” desarrolla numerosas líneas relacionadas con el uso de agua subterránea para producción agropecuaria bajo riego y destacan trabajos relacionados con la necesidad de agua de los cultivos, estrategias de manejo, programación de riego y automatización para aumentar la eficiencia y el uso sostenible del recurso hídrico subterráneo.

Trabajos orientados a la adaptación a las demandas hídricas de los cultivos y la disponibilidad de recursos en distintos escenarios de cambio climático, que para Roberto Martínez -referente de riego del Valle Inferior del Río Negro y coordinador de este proyecto- son: “Cuestiones vinculadas con el nexo agua, energía y alimentos, donde el agua subterránea tiene un rol clave ya que para extraerla desde los acuíferos es necesario utilizar energía”.

El INTA también tiene otros proyectos vinculados y todos trabajan de manera colaborativa en la Red de Agua del instituto, coordinada por Maira Guiñazú del IPAF Patagonia, donde se nuclea y socializa la información generada por agentes que abordan la temática hídrica.

Fuente: Prensa INTA.