El principio activo de este cultivo es utilizado para ahuyentar plagas que suelen ser depredadoras de muchos cultivos.
Los insectos dañan hojas y frutos disminuyendo la capacidad fotosintética de las plantas y la calidad de la cosecha. Desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) proponen la utilización del alcohol de ajo para ahuyentarlos.
Se consigue al triturar una cabeza de ajo y mezclarla con un litro de alcohol, dejar descansar en heladera por una hora, agregar dos litros de agua, agitar y filtrar.
La preparación se aplica con pulverizadora a razón de un litro por cada cuatro de agua y debe refrigerarse para evitar que se descomponga o pierda propiedades insecticidas entre una pulverización y otra.
En la cartilla de divulgación “El control de plagas en la huerta familiar (y el jardín)” del programa Prohuerta se propone al ajo como infusión para repeler posibles plagas destacando que no es tóxico para animales o personas y no altera la huerta porque la alicina -el principio activo del ajo- sólo vuelve erráticos a los insectos ahuyentándolos del cultivo.
Fuente: Prensa INTA