Especialistas del INTA Paraná prueban diferentes esquemas de siembra para ambientes con bajo potencial de rendimiento.
En los últimos años, en la región templada húmeda de la Argentina se extendió la ventana de siembra de maíz entre diciembre y mediados de enero para mejorar la estabilidad del rendimiento interanual, un marco en el que especialistas del INTA Paraná –Entre Ríos– evaluaron el comportamiento de híbridos en un ambiente con bajo potencial de rendimiento como la localidad de Santa Elena.
Analizaron cómo influye la elección de la densidad de siembra y el genotipo en los rendimientos del cultivo de maíz junto a investigadores del Conicet, la Universidad de Buenos Aires (UBA), la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Entre Ríos, la Universidad Estatal de Kansas –Estados Unidos–, la Universidad de Queensland –Australia–, CREA y empresas del sector y los datos obtenidos determinaron que la menor densidad de plantas por unidad de área incrementa la oferta de recursos y que las siembras tardías de maíz posibilitan estabilizar el rendimiento interanual.
Por esto, la implementación de esas estrategias agronómicas defensivas pueden resultar una herramienta promisoria en zonas con poco rinde, cuando se utilizan híbridos con alta plasticidad vegetativa y reproductiva.
Fuente: Prensa INTA.