La sequía del Atuel, en primera persona

Santa Isabel se convirtió en un referente del desolado oeste pampeano, a 330 km. de la capital Santa Rosa. Un grupo de productores se unen para hacerle frente a las dificultades de la geografía, modificada sustancialmente por las políticas desarrolladas por la Provincia de Mendoza.

Jesús Fernández es profesor de Educación Física y referente del Movimiento de los Trabajadores Excluidos (MTE) en Santa Isabel, La Pampa. En diálogo con Ecos de la Tierra relata que Santa Isabel antiguamente era distinto: llegaba el río Atuel desde Mendoza y la biodiversidad era otra, predominaba la cría de ovejas. Luego, con la construcción del embalse “El Nihuil” en el sur de Mendoza, el río Atuel se secó y el oeste pampeano sufrió una desertificación.

Hoy la zona rural es árida, pobre y abandonada. En esta región no existe la siembra, solo grandes extensiones con animales. Un lugar con poca lluvia y de sequía permanente.

En esta zona, además del clima extremo, se suma el peligro que conlleva la convivencia de pumas y zorros en el hábitat de producción.

30 productores caprinos
El entorno, el clima y la determinación de un grupo de productores los impulsó a constituirse en organización. Se reúnen una vez por mes en la chacrita de Juan Castro, en Santa Isabel, donde también hay cien gallinas ponedoras del MTE.

En esos encuentros “se habla de las problemáticas de cada uno, de la falta de apoyo, la falta de lluvias, la falta de incentivos por parte del gobierno a las producciones. La necesidad de que podamos vender en mayor escala y buen precio. La falta de aguas buenas para consumo animal y humano en algunos puestos”.

Los productores comercializan sus animales en forma callejera o “de boca en boca”. “El frigorífico donde podríamos vender no pagan nada, ochocientos o novecientos pesos; mientras que los productores de forma ambulante los venden a mil quinientos pesos”.

Y surgen las anécdotas: “Llevamos poco tiempo de trabajo pero lindo. Acá no hay Anses. Y el primer trabajo en conjunto fue que entre todos los beneficiados de la tarjeta tuvieron que pagar un viaje.en colectivo a 160 km a Anses en Victorica, La Pampa. Se vivió como un viaje de egresados con mucha risa y felicidad”, festeja el trabajador.