En la provincia de Santa Fe, el INTA Oliveros trabaja en la evaluación de distintas variedades, en el mejoramiento genético y en estrategias de agregado de valor.
Las legumbres fueron históricamente utilizadas para forraje de animales, pero por su proporción equilibrada de proteínas y nutrientes se fueron incorporando a la dieta humana.
La presente concientización de la sociedad sobre las dietas basadas en proteínas vegetales llevó a buscar alimentos que contengan legumbres y al desarrollo de nuevos productos, que podría ser una forma de beneficiarse de estas especies, que además de tener bajo precio, se almacenan con facilidad y seguridad alimentaria.
Para Cecilia Accoroni, investigadora del INTA Oliveros –Santa Fe –: “En conservas, congelados, en forma de harinas, concentrados, texturizados y aislados parecen tener buenas expectativas en el mercado, ya que permiten la obtención de alimentos de elevada calidad nutricional y organoléptica, novedosos y a bajo costo”.
Una oportunidad de diversificación productiva, por la que desde el 2014 el INTA Oliveros –Santa Fe– y la Facultad Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario trabajan en programas de mejoramiento y desarrollo de nuevas variedades de legumbres con destino industrial.
La región sudeste de la provincia de Santa Fe, se caracteriza por la producción primaria de leguminosas en general y arvejas en particular, que anualmente llega a unas 100 mil toneladas, de las cuales más del 50 % se destina a la exportación.
Además el INTA Oliveros, comenzó estudios para ajustar la calidad industrial de las harinas de arvejas en la producción de concentrados, aislados, y texturizados para determinar la potencialidad de las mismas para la elaboración de productos ricos en proteínas.
Fuente: Prensa INTA.