Las estadísticas oficiales indican que crecieron un 12% los establecimientos que se dedican a producir de forma orgánica.
Se produce principalmente peras y manzanas orgánicas que se destinan íntegramente a la exportación hacia Estados Unidos y Europa. Sin embargo, hay una novedad, entre los principales productos exportados se destaca la aparición de sidra y puré de pera y de manzana orgánicos. Es decir, se agregó valor a la producción primaria.
Si bien disminuyó la superficie destinada a la cosecha de manzanas durante 2018, se comenzó a certificar producción orgánica de establecimiento ganaderos.
Un estudio del Senasa “revela que respecto al año anterior, creció principalmente la exportación de frutas en un 6%, la cual se mantienen por encima de las 40 mil toneladas desde hace seis años. De ese porcentaje Río Negro tiene una fuerte participación con sus peras”, destacó señaló el subsecretario de Fruticultura, Pablo De Azevedo quien forma parte activa de la Comisión Asesora para la Producción Orgánica a nivel nacional.
“Cuando uno certifica como producción orgánica está respetando determinadas normas exigidas en un protocolo. Cumplirlas le da al productor la posibilidad de contar con un producto diferenciado, obtener nuevos mercados, seguridad de venta y un mayor valor, porque existe a nivel mundial una alta demanda de este tipo de productos que no utilizan agroquímicos en su producción”, agregó el funcionario del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.
Si bien el mercado interno se sigue caracterizando por su diversidad de oferta de productos, lamentablemente tiene poca relevancia en volumen. Se comercializa principalmente en ferias y se ofrece en entregas directas del productor al comercializador o, directamente al domicilio del consumidor interesado.
Durante 2017 fueron 240 los emprendimientos que certificaron producción orgánica, mientras que en 2018 aumentaron a 268.
Fuente: Secretaría de Medios Río Negro.