Trabajan en el control de la garrapata común del bovino

Investigadores del INTA evaluaron estrategias sustentables para controlar a este parásito.

El impacto de la Rhipicephalus microplus sobre la producción ganadera implica pérdidas para el productor, debido la reducción de peso en bovinos en desarrollo y la disminución en la producción de leche, daños en los cueros, mortalidad, morbilidad y transmisión de hemopárasitos causantes de la babesiosis y anaplasmosis bovina, además de que las altas infestaciones con esta garrapata favorecen el desarrollo de miasis.

Principalmente, para su control se utilizan acaricidas químicos sintéticos, cuyo uso intensivo puede originar el aumento de la resistencia a los medicamentos y la acumulación de residuos químicos en la carne o la leche, entre otros problemas.

Pero para paliar estos efectos es posible utilizar métodos de control estratégico, basados en la aplicación de no más de tres o cuatro tratamientos durante la temporada en que la población de garrapatas es menos numerosa y más vulnerable.

Al respecto, un equipo coordinado por Santiago Nava, investigador del Instituto de Investigación de la Cadena Láctea (Idical, INTA-Conicet), en la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Rafaela del INTA -Santa Fe-, estudió los efectos a largo plazo de las aplicaciones estratégicas de acaricidas químicos en la infestación de R. microplus en bovinos en latitudes subtropicales.

De acuerdo con el reciente estudio publicado en la revista internacional Parasitology Research , el control estratégico permite mantener un bajo nivel de infestación durante la mayor parte del año en los potreros, siempre y cuando la población de garrapatas sea susceptible a las drogas aplicadas y teniendo en cuenta que estos métodos no son aplicables si el objetivo es la erradicación del parásito.

Detalló Nava: “Estos esquemas se basan en la aplicación de tres o cuatro tratamientos anuales entre fines del invierno y fines de la primavera. Aunque el primer tratamiento puede diferirse desde finales del invierno a principios de la primavera y el tercer o cuarto tratamiento de finales de primavera al verano”.

Entre 2017 y 2020, dos de los tres ensayos de campo se desarrollaron en El Colorado, provincia de Formosa, Argentina; mientras que el tercero se realizó en Colonia Tabay, provincia de Corrientes, zonas caracterizadas por el clima subtropical húmedo y los resultados demostraron que la eficacia del control estratégico fue significativa.

En el estudio también participaron los especialistas del INTA José Toffaletti, EEA el Colorado –Formosa-, Victoria Rossner, EEA Colonia Benítez –Chaco-, Nicolás Morel y Atilio Mangold, de la EEA Rafaela –Santa Fe-.

Fuente: Prensa INTA.