Tres décadas trabajando en minimizar la erosión

En San Luis, un equipo de investigación del INTA cuantificó la pérdida de suelo por erosión hídrica y eólica.

Alrededor del 75 % del territorio argentino corresponde a zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, lo que lo pone en riesgo de sufrir procesos de desertificación, por lo que el INTA San Luis –junto con una red de organizaciones científico-tecnológicas y políticas– participa del Observatorio Nacional de Degradación de Tierras y Desertificación (ONDTyD) para proveer información sobre el estado de la degradación de tierras y elaborar estrategias de prevención, control y mitigación.

Juan Cruz Colazo –especialista en manejo y conservación de suelos del INTA San Luis– expresó: “Entre los procesos de degradación de suelos, tanto la erosión eólica como hídrica, la pérdida de carbono orgánico, la reducción de la fertilidad química y física y la pérdida de la biodiversidad son los aspectos más relevantes”.

Los datos obtenidos en el sitio piloto Cuenca del Morro luego de un cultivo de soja, demostraron que la incorporación de cultivos de cobertura en los esquemas productivos redujo entre 50 y 70 % las tasas de erosión.

Destacando que el sistema de monitoreo del ONDTyD cuenta con 24 sitios pilotos distribuidos en todo el país y constituye una herramienta fundamental, que permite detectar la tendencia a la degradación del suelo y así proporcionar alertas tempranas.

Fuente: Prensa INTA.