Un paraíso de agua y tierra, compartido

Villa Chapalcó está ubicada a 35 kilómetros de la localidad de Médanos, depende del Muncipio de Villarino y en ella habitan una decena de familias que viven, en su mayoría, de las actividades que se desarrollan en la laguna Chasicó. Conocé uno de los espejos de agua más codiciados por los amantes de la pesca de pejerreyes y del turismo recreativo.

Chapalcó -que significa Agua Barrosa en lengua mapuche- tiene acceso a través de tres caminos de ripio que parten desde la Ruta Nacional 22 a la altura de los kilómetros 737, 751 y 757.
El espejo de agua es de 9 mil hectáreas y pertenece, el 80 % al partido de Villarino y  el 20 restante a Púan. Suele haber confusión respecto al  nombre de la laguna, ya que el arroyo que desemboca en este gran espejo de agua dulce se llama “Chasicó” y la villa donde se desarrolla la vida humana lleva por nombre Balneario Chapalcó.
Este paradisíaco lugar, rodeado de algarrobales y caldenes, cuenta son servicio de camping, fogones, alojamiento en cabañas y hospedajes; restaurantes, enfermería policía y oficina de informes turísticos.
Según indica el subdelegado de la Unidad de Gestión Balneario Chapalcó, Saladino Astudillo, la laguna pasó a ser una reserva natural y el organismo que lo regula es el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (Opds) y la comuna de Villarino está trabajando en la organización de las actividades protegiendo el recurso de la laguna. Hasta hace pocos meses, las costas de la laguna tenían paso irrestricto para los visitantes, actualmente los dueños de las tierras aledañas cerraron con alambrados los lados perimetrales del balneario ante la imposibilidad de criar ganado vacuno en ese campo por no tener alambrados perimetrales. Según nos cuenta Astudillo, los pescadores muchas veces no respetan los cestos de basura y causan destrozos, lo que también causa malestar entre los dueños de los campos vecinos; eso perjudica a los habitantes de la laguna. En ese sentido, sostuvo que es fundamental que todos los habitantes y visitantes que concurran al balneario lo sientan como propio y lo cuiden de la misma forma.
La municipalidad está fiscalizando la pesca de pejerrey y con el trabajo de control efectuado por inspectores comunales, guías y vecinos del lugar y de esa forma se aseguran que se mantenga el recurso. El límite de pesca por persona es de 40 piezas de pejerrey en época estival y en época de veda son 30  per cápita.
El almanaque pesquero se divide en dos. Desde el primero de septiembre hasta el primero de diciembre, decretando la veda. La segunda parte del año, que tiene desarrollo  desde el primero de diciembre al primero de septiembre del año siguiente es época estival.
Actualmente, según indica “Dino” Astudilllo, en Villa Chapalcó viven diez familias estables, que comprenden a 60 o 70 personas que están todo el año y cuando comienza la pesca de verano comienza el movimiento en el balneario, con entrada y salida de turistas, todos los días.
Hay un colegio en el cual concurren siete alumnos de matrícula a primaria y tres a jardín. Hay dos proveedurías que están muy bien equipadas. Un empresario privado de Neuquén construyó una confitería muy significativa y realiza recitales y demás eventos culturales en verano, lo que ofrece un atractivo más a quienes visitan el balneario.
Las actividades laborales que realizan los habitantes de la villa tienen que ver particularmente con la pesca y con trabajos rurales. Según nos cuenta Dino, “muchos estamos enamorados de este lugar”.
Cuando hubo época de sequía, tuvieron que salir a buscar trabajo, trasladándose a otros lugares y varios de los habitantes tuvieron que vender sus embarcaciones. Pero desde hace tres años que vienen con mejora en la pesca y en la calidad y cantidad de pejerreyes.
Se está trabajando, desde la comuna, en un centro de visitantes para brindar información para quienes visitan el lugar y así ofrecer un espacio donde puedan encontrar relatos, muestreos del lugar y visitas guiadas, ya que  de encontraron distintos picaderos de pueblos originarios.

Sobre el Plan de Manejo de la Reserva Natural Chasicó
El 10 de mayo de 2016 se dio a conocer el Plan de Manejo de la Reserva Natural Chasicó que se efectivizó luego de los informes y requerimientos presentados por el intendente de Villarino, Carlos Bevilacqua, ante el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) y la Dirección Provincial de Pesca.
Según consta la presentación, los encargados de los organismos Cecilia París, directora de actividad pesquera y acuícola de la Dirección Provincial de Pesca, el Lic. Gustavo Berasaín, subdirector de actividad pesquera y acuícola de la Dirección Provincial de Pesca, y  el guía de parques Daniel Novoa, director de areas naturales protegidas del OPDS, dieron inicio al requerimiento presentado tras surgir la necesidad de disponer de instrumentos legales y técnicos necesarios para el ordenamiento de las actividades humanas en la reserva en beneficio de la misma, de las especies que la habitan y de la comunidad.
Se destaca, además, la disposición de la Dirección Provincial de Pesca que obrará en el ordenamiento de las actividades dentro del sector, en lo relacionado con la pesca deportiva su control y fiscalización.

El balneario y la laguna como atractivos turísticos

Cuenta con una importante estructura edilicia preparada para el turismo y desde 2013 a la fecha, gracias a la mejora de la pesca, creció la concurrencia de visitantes.
También, en época de verano se puede disfrutar de la paya de arena protegida por guardavidas las 24 horas, donde se realizan deportes acuáticos como el kitesurf o kitesurfing, sky acuático y remo en kayak.
Luego de atravesar varios años de sequía, comenzó a descender la cantidad de agua en la laguna, se concentró la sal y llegó a tener cerca de 42 gramos de sal por litro, lo que hizo que el pejerrey no pudiera procrearse ya que los huevos no son capaces de fertilizarse en un ambiente con tanta concentración de sodio.
Esa realidad comenzó a modificarse hace, aproximadamente, tres años y la población de pejerreyes se fue proliferando y, actualmente, la actividad de los peces se puede observar en todo el espejo de agua, lo que provoca que se esté pescando muy bien tanto de costa como embarcado.
Una recomendación que puntualiza y explica Astudillo, quien además de ser subdelegado comunal desde hace cinco años es guía de pesca desde hace veinte, tiene que ver con la pesca en invierno, una vez que se esconde el sol y baja la temperatura. “Cuando hace mucho frío y  hay un cambio de aire de 5 o 10 grados, el pejerrey tarda en acostumbrarse, por eso hay que tener paciencia por un unas horas entre el atardecer y la noche”.
En la laguna se pesca de distintas formas. De fondo, utilizando una línea con tres anzuelos y un plomo, de flote utilizando una boya, con paternóster, gareteando, haciendo trolling que consiste en pescar de arrastre con señuelos desde una embarcación impulsada a remo o motor. El pescador engancha el señuelo en el sedal y lo arroja al agua. Con la embarcación en marcha, deja que éste se aleje, mientras libera el carretel. Cuando el señuelo se encuentra a unos 50 o 60 metros, lo traba para que la tracción del avance de la embarcación haga “trabajar” al señuelo, es decir, comienza a girar.
Sin dudas la actividad pesquera es la que da vida y sustento a la población de Chasicó y de la villa Balneario Chapalcó, por lo que la convierte en un destino cada vez más elegido entre las poblaciones de la región y de distintos puntos del país.