Convertir amenazas en oportunidades

Especialistas del INTA y del sector privado advierten sobre la pérdida de biodiversidad, la erosión, el desbalance y agotamiento de nutrientes del suelo.

El cambio climático es una amenaza para los suelos, por el calentamiento global y la mayor frecuencia de eventos extremos, por lo que especialistas del INTA y del sector privado explican cómo enfrentarlo.

Miguel Taboada, docente de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA) y director de Carbon Group Agroclimatic Solutions SRL. Advierte sobre amenazas vigentes como: “La compactación del suelo, una pobre condición estructural, las inundaciones y anegamientos y las pérdidas de biodiversidad –deforestación, pérdida de pastizales y pasturas, degradación de humedales. “ Y citó otras incipientes, como la pérdida de bases y micronutrientes, la acidificación, la contaminación y el uso de tierras agrícolas para urbanización.

Para enfrentarlas se deberían aplicar tecnologías preventivas como las buenas prácticas agronómicas o las terrazas para el control de la erosión; disminuir el riesgo de cambio climático evitando la emisión de gases efecto invernadero y aumentar los almacenes de carbono existentes en la naturaleza -bosques, plantaciones forestales y suelos- y usar los ecosistemas terrestres y agroecosistemas para almacenar carbono estable, compensando las posibles emisiones.

También minimizar la deforestación y pérdida de pastizales y pasturas, usando BPA, evitando el laboreo del suelo, diversificando producciones, rotando cultivos; usando cultivos de cobertura y haciendo un manejo adecuado del pastoreo, entre otras.

El especialista concluyó: “Las nuevas demandas de la sociedad nos brindan una oportunidad para mejorar nuestros sistemas productivos y la salud de nuestros suelos. Mayor sustentabilidad y mayor trazabilidad debieran ser la línea directriz de nuestra política agropecuaria. ”

Respecto a la calidad y salud de los suelos, pueden ser utilizados como sinónimos y según indicó Alejandro Costantini, director del Instituto de Suelos del INTA: “Son términos que comenzaron a utilizarse con cierta frecuencia en la última década del siglo pasado, en la medida que el suelo deja de ser visto simplemente como un sustrato para la producción de cultivos y pasa a ser observado desde una visión más amplia, como un proveedor de servicios ecosistémicos.”

Por décadas se han agregado disciplinas de estudio de la ciencia del suelo, aunque aquel suelo de calidad sería el que da la mejor conjunción de los aspectos físicos, químicos, físico-químicos, biológicos, etc.-.

Pablo Mercuri, director del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA aporta: “Desde el organismo se trabaja en proyectos para el manejo sostenible de los ecosistemas convergentes en el suelo, mediante la generación de buenas prácticas, recomendaciones y desarrollos tecnológicos que permitan aumentar la productividad sin comprometer las capacidades de los sistemas naturales, al contrario, buscando mayor sustentabilidad.”

Asimismo, se genera información en nuevas cartografías y bases de datos nacionales sobre atributos y nutrientes del suelo a diferentes escalas, como los nuevos mapas de disponibilidad de carbono y potencial de secuestro de carbono por tipo de suelo.

La agricultura argentina tiene la enorme oportunidad de aportar a desafíos globales como la disminución del hambre, produciendo alimentos en cantidad y calidad e incrementando el carbono en el suelo, para mitigar el efecto invernadero y el impacto del cambio climático.

Fuente: Prensa INTA.