Cuestionan la metodología de fumigaciones aéreas con agrotóxicos

Cuestionan la metodología de fumigaciones aéreas con agrotóxicos

En el norte de la provincia de Mendoza, la comunidad se organiza para solicitar información y denunciar irregularidades en las campañas para combatir las plagas.

La actividad vitivinícola de la provincia se ve notablemente afectada por el ingreso de la lobesia botrana, también conocida como polilla de la vid. Cada año, cientos de productores y productoras ven afectados sus viñedos; sin embargo, la lucha contra esta plaga genera incertidumbre y rechazo ante los insecticidas que se ocupan.

Desde Jocolí Viejo, en el departamento de Lavalle, un grupo de ciudadanas y ciudadanos se organizó para exigir información acerca de la metodología de fumigación a través de aviones. Lucia Brachetta, Ingeniera en Recursos Renovables e integrante de la Asamblea Pura de Guanacache, contó: “Desde el año 2017 se viene haciendo una campaña de fumigaciones aéreas para controlar la población de plaga de lobesia botrana. Venimos organizándonos desde el 2017 y siguiendo el tema de esta problemática desde los inicios, hemos notado muchas irregularidades, sobre todo porque se trata de una metodología súper cuestionada a nivel mundial. Se trata de productos químicos, a los que les llamamos agrotóxicos, que son tirados por una avioneta”.

En relación a las preocupaciones y demandas de la población, Lucia Brachetta explicó: “El primer cuestionamiento es que no hay mucha información sobre este insecticida. La información escasa es en inglés y, si tenemos en cuenta algunos aspectos de su utilización y dependiendo del ecosistema donde se aplique, en Chile por ejemplo dejaba de ser banda verde para ser banda azul, un poco más peligroso quiere decir”.

Empezaron a fumigar sin información precisa, sin avisar a las escuelas, a toda la población, sin hacer una evaluación de impacto ambiental integral. Cuando desde las asambleas, integradas por grupos del oasis sur, centro y norte, empezamos a cuestionar estas cosas porque no sabíamos bien acerca del producto y la técnica que está muy cuestionada, ellos rápidamente largaron un informe de partida. En términos legales, no sería lo que corresponde. Esto es para aquellos proyectos que están en desarrollo antes de la década del 90 cuando no se había hecho la Ley 5961 de ambiente. Corresponde un informe de impacto ambiental elaborado por una institución que maneje conceptos agronómicos y conceptos de deriva, es decir, cómo viajan los agrotóxicos en la atmósfera una vez que son aplicados por las avionetas”.

Además de los pedidos de informes, Brachetta contó otras iniciativas que han llevado a cabo: “En el año 2017 logramos hacer un muestreo de agua y fue analizado por el prestigioso laboratorio del Centro de Investigaciones del Medio Ambiente (Cima) en La Plata donde 7 de los muestreos relevados y analizados por el investigador Damián Marino arrojaron que la cromatografía estaba por encima de la norma y que tenían potencial de contaminación hídrica con todo lo que eso implica, contaminación para la fauna, para los peces de ese estanque”.

La ingeniera detalló algunas características productivas de la provincia y de Lavalle que generan preocupación: “Mendoza tiene una matriz muy imbricada de producción, está surcada por canales de riego, por acequias, tiene reservorios de agua, está lleno de escuelas. Lo normal es que las unidades productivas están en el promedio de las 10-15 hectáreas y se encuentran separados por una cortina de álamos. Estos productos son arrojados por una avioneta y hemos visto la aplicación a una altura muy por encima de lo recomendado, porque es imposible planear arriba de la cortina de álamo, bajar a unas 10, 15 hectáreas, volver a subir y asegurarnos que las gotitas sólo rocían la vid”.

Por último, Lucia Brachetta destacó la importancia que tiene esta campaña para el sector vitivinícola: “Sabemos que es una medida delicada y el negocio vitivinícola puede ser perjudicado, lo que sí estamos cuestionando es la metodología de fumigaciones. Así que esperamos que más población se concientice y que no suframos la misma historia que le está pasando a los pueblos fumigados de la pampa húmeda”.

Según el gobierno provincial, la campaña de lucha contra la lobesia botrana avanzó y durante estos meses, ya se realizó la entrega a viñateros de los difusores de feromonas y se aplicaron productos específicos desde aviones, cubriendo más de 100 mil hectáreas. Ahora, restan pulverizaciones aéreas contra la segunda generación del insecto, en zonas específicas y según sea la presencia de la plaga.

Fuente: Giramundo TV.