Dan pautas para obtener alimentos frescos en la Patagonia Austral

Soberanía alimentaria, huerta a cielo abierto, protección de los cultivos, floración tardía y compostaje y lombricompostaje son algunos de los ejes centrales propuestos por especialistas del INTA.

El diseño de la huerta según las condiciones ambientales en la región sur de Santa Cruz y en Tierra del Fuego es importante para asegurar una adecuada provisión de alimentos frescos, por eso se dan recomendaciones para un adecuado manejo, obtención de rindes y excedentes de una producción que se extiende desde julio hasta mayo únicamente.

Es importante fomentar la huerta a cielo abierto, porque favorece no solo el agroecosistema, sino también la apropiación y arraigo, no obstante el frío y la temporada corta; ya que el trabajo en la huerta comienza a fines de julio con la elaboración de almácigos que permiten ganar tiempo y acelerar el proceso de germinación.

Una vez trasplantada la especie a su lugar definitivo, la recomendación es colocar un mantillo húmedo para protegerla, conservar la humedad del suelo, economizar agua y favorecer el control biológico de plagas. .

Se debe proceder con la siembra directa al aire libre de especies con ciclo prolongado como remolacha, zanahoria, habas y arvejas, producción que se extiende hasta abril y como a partir de noviembre la velocidad del viento aumenta significativamente junto con el consumo de agua y la necesidad de las especies de ser protegidas por un corta-viento natural o artificial, por lo que sería conveniente sembrar las habas y arvejas en la parte perimetral de la huerta que toman altura y protegen los cultivos de menor porte.

También se recomienda cultivar las especies de hojas bajo cubierta, donde su producción se extiende hasta mayo para evitar las heladas, como repollo, brócoli, coliflor y repollitos de Bruselas que son altamente tolerantes al frio.

Para un eficiente manejo agronómico del riego resulta necesaria la aplicación de una lámina de agua diaria de entre cinco y siete milímetros y por las bajas temperaturas y altas horas de luz durante la primavera, por lo que especies como espinaca, acelga, zanahoria y remolacha pueden florecer prematuramente y se las debería cosechar antes de que sus raíces se consuman al nutrir las semillas.

En cuanto a otros cultivos, la papa es altamente buscada por quienes cuentan con una superficie extensa y con buen manejo, permite obtener buenos rindes a nivel de economía familiar y en la dieta; pero requiere riego adecuado y ubicación contigua a invernaderos o tras las cortinas, en sitios con buena insolación.

Para la incorporación de frutas frescas, una buena opción sería la frutilla que debe protegerse bajo cubierta para alcanzar producciones sostenidas desde noviembre hasta abril, cuando las heladas impactan en las estructuras y las frambuesas pueden ser un complemento por sus altos niveles de vitaminas.

Además, el INTA promueve el compostaje de residuos domiciliarios y el lombricompostaje para aprovechar residuos y lograr un abono adecuado ya que se corrigen la acidez, aportan macro y micro nutrientes y mejoran los niveles de retención de agua.

Por último, ante suelos pobres en materia orgánica y nutrientes se debe reducir la densidad de siembra para evitar competencia por recursos entre las especies cultivadas.

Fuente: Prensa INTA.