Investigadores del INTA Pergamino caracterizaron la producción de materia verde, la duración de la ventana de picado para silaje de planta completa y la dinámica de secado de los granos, según cada ambiente y el destino final del cultivo.
Debido al desplazamiento del área productiva hacia zonas periféricas de la última década, la superficie de maíz tardío y de segunda aumentó casi un 50 %, permitiendo que se avance en la diversificación de los usos del cultivo.
Los ensayos realizados en el campo experimental del INTA Pergamino, en genotipos graníferos y de forraje de las campañas 2019-2020 y 2020-2021 y en dos fechas de siembra –temprana y tardía–, determinaron que el ranking de los híbridos depende del ambiente considerado y del destino final del cultivo.
El trabajo demostró que en siembras tempranas hubo mayores rendimientos en grano y un secado rápido del mismo, pero menor producción de materia verde y una ventana de picado acotada; mientras que en siembras tardías se logró mayor producción de materia verde y una ventana de picado más extensa, pero se desplaza al secado de los granos a un ambiente desfavorable.
En relación a la duración de ventana de picado, en siembras tempranas se situó entre los 35 – 50 días desde la floración con una duración de 13 – 19 días y en siembras tardías se encontró entre los 48 – 70 días desde la floración, extendiéndose por 16 – 27 días, casi sin cambios de duración entre fechas de siembra.
La producción de materia verde fue mayor en siembras tardías (83613 kg ha-1) respecto a siembras tempranas (75329 kg ha-1) y los híbridos difirieron tanto en la producción de materia verde como en su respuesta a una mejora en el índice ambiental.
En cuanto al rendimiento del grano, hubo diferencias entre siembras tempranas y tardías 2019-2020 (13120 kg ha-1, 11909 kg ha-1 respectivamente), sin diferencias entre fechas de siembra 2020-2021 (14896 kg ha-1, 15154 kg ha-1) y debajo de 13313 kg ha-1 se destacó DK 72-10 (híbrido más estable) y en ambientes de mayor rendimiento NEXT 22.6.
Asimismo, el secado mostró una tasa de secado inicial mayor a la tasa final, ambas menores en las fechas de siembra tardías y los híbridos presentaron diferencias en las tasas de secado y en el punto de quiebre, que impactaron en la fecha de humedad comercial de cosecha.
Fuente: Prensa INTA.