Descubren cómo la planta de porotos integra las bacterias beneficiosas del suelo

Un equipo de investigación del Conicet describió la acción de una molécula de ARN que selecciona los microorganismos con mayor eficiencia en el proceso de fijación de nitrógeno.

El mejoramiento vegetal incluye distintos procedimientos de variada complejidad, para optimizar la productividad de una especie, potenciando sus cualidades más valoradas; aumentando su resistencia a plagas y a factores climáticos extremos e incrementando su eficacia en la utilización de recursos.

Práctica que puede desarrollarse de manera casera mediante el cruzamiento manual de los ejemplares más vigorosos para obtener semillas de calidad superior o a través de sofisticados métodos biotecnológicos, que exploran posibilidades cada vez más retadoras.

Es el caso de la secuenciación masiva de ácido ribonucleico (ARN), una herramienta que permite saber qué genes se activan en distintos tipos de células, en qué ocasiones y de qué manera lo hacen; que recientemente le sirvió a un equipo de investigación del Instituto de Biotecnología y Biología Molecular (IBBM, Conicet-UNLP) para identificar pequeños ARN –moléculas que transportan información genética y capaces de modular el establecimiento y la eficiencia de la simbiosis entre la planta de poroto negro (Phaseolusvulgaris) y bacterias fijadoras de nitrógeno, que fue publicado en la prestigiosa revista New Phytologist.

Como toda simbiosis, se trata de una asociación íntima de organismos de especies diferentes que se benefician durante el proceso, la bacteria infecta la raíz de la planta y es alojada dentro de un órgano especializado en la fijación de nitrógeno denominado nódulo.

Según se lee en el trabajo, el poroto negro es capaz de seleccionar y alojar preferentemente aquellas bacterias más eficientes en la formación de nódulos, aumentado la producción de masa de la planta. Las y los expertos lograron identificar un pequeño ARN que responde frente a estas bacterias, al que denominaron miR5924 y de esta manera, la mayoría de los nódulos son ocupados sólo por dichos microorganismos simbióticos.

Entre las aplicaciones del hallazgo, destacan los pequeños ARN como moduladores del desarrollo y crecimiento de las plantas y se utilizan para mejorar caracteres agronómicamente importantes.

Fuente: Prensa Conicet.