Destacan el impacto de la malla antigranizo en la producción de frutas

Herramienta que asegura una cosecha plena todos los años y la reducción de la cantidad de fruta de descarte, entre otros aspectos positivos.

La caída de granizo afecta en calidad y cantidad a la producción de los valles irrigados de la Norpatagonia, debido a que coincide con el período de cosecha de frutales. Por esto, un equipo de especialistas del INTA Alto Valle –Río Negro– y del Ministerio de Producción e Industria de Neuquén, analizó los beneficios de la utilización de malla antigranizo en el monte frutal.

Entre esos beneficios destacan la mejora en los ingresos del productor por tener una cosecha plena cada año, un mayor ingreso por la disminución de la fruta de descarte y un efecto multiplicador en toda la cadena frutícola al proteger la producción.

Los resultados de la investigación mostraron que la instalación de malla antigranizo en los montes productivos implicaría unas 27.600 toneladas más de fruta por año – incluyendo peras, manzanas, cerezas y frutales de carozo-, es decir, un crecimiento del 18,3 % respecto de la producción actual.

Según datos de la ocurrencia de granizo en Neuquén, este fenómeno climático tiene una frecuencia del 36 %, lo que significa un promedio de 3,6 años en los que graniza, en un período de 10 años; siendo leves el 52 % de estas granizadas, el 32 % moderadas y el 16 % graves.

Además, la previsibilidad en la producción da estabilidad al trabajo en toda la cadena, estimándose que podría evitarse la pérdida del 5 % de los jornales en el momento de la cosecha.

Otro dato que se desprende del estudio realizado es que la malla da una estabilidad operativa superior al proceso de acondicionamiento, conservación y logística y facilita la planificación y organización comercial, realizar inversiones para la mejora de los procedimientos, reducción de costos fijos, estabilidad laboral y especialización y utilización de la capacidad instalada.

El trabajo completo puede descargarse acá.

Fuente: Prensa INTA.