Evalúan cepas fueguinas del hongo Trichoderma como bioinsumo.

La provincia de Tierra del Fuego, el INTA, la Universidad Nacional de Tierra del Fuego y el gobierno provincial trabajan en la evaluación de esas cepas fúngicas.

El INTA junto a la Universidad Nacional de Tierra del Fuego y las secretarías de Ciencia y Tecnología y de Producción y Ambiente de la provincia avanzan en la elaboración de un bioinsumo mediante el Trichoderma spp., hongo promotor del crecimiento vegetal, a partir de aislamientos de suelo obtenidos de muestreos en invernáculos de producciones de lechuga de Ushuaia y Río Grande.

Iván Gonza Abraham, especialista del INTA Ushuaia -Tierra del Fuego- explicó: “Los productos en base a Trichoderma spp disponibles en el mercado, muchas veces no son eficientes en cuanto a sus resultados en la región”.

“La importancia está en identificar una o dos cepas aclimatadas a los suelos fueguinos, a su temperatura y poder generar ese inóculo en gran cantidad para que los productores puedan usarlo en sus cultivos” y agregó que este avance tiene directa relación con una producción orgánica y agroecológica.

Una vez la planta sumergida en el inóculo y trasplantada en su lugar definitivo, el hongo fomenta el crecimiento, el desarrollo radicular, el desarrollo de la parte aérea y también establece una competencia contra patógenos.

Los resultados preliminares obtenidos en cultivos de lechuga, establecieron que una de las cepas promovió el crecimiento vegetal y se obtuvo mayor peso de raíces en plantas tratadas, en comparación con el resto de los tratamientos.

Por su parte, Paulina Moya, investigadora de la Universidad Nacional del Tierra del Fuego, remarcó: “Apuntamos a que esa cepa que estamos buscando sea eficiente en el control del patógeno y que, además, sea promotora del crecimiento vegetal para poder emplearla como bioinsumo”.

El equipo investigador cuenta con un pool de cepas aisladas con la capacidad de crecer a temperaturas bajas y que mostraron buenos resultados frente al patógeno Botrytis spp en el laboratorio.

Asimismo, los investigadores de la Universidad trabajan en la identificación y reproducción de las cepas para lograr el inóculo necesario y junto al INTA, desarrollan los ensayos en plantas de lechuga para evaluar su peso, tamaño y sanidad frente a la inoculación con el patógeno Botrytis spp.

Fuente: Prensa INTA.