Gírgolas para la huerta hogareña

Estos hongos comestibles contribuyen al enriquecimiento de la dieta humana con aportes de proteínas, vitaminas y minerales.

Frente al ascenso de las temperaturas, el diseño de la huerta busca incorporar especies que aporten diversidad y cualidades nutricionales a la dieta. Especies como la Pleurostus sp , una variedad de hongos que se desarrolla en troncos de árboles sanos y es capaz de reemplazar alimentos proteicos de origen animal.

Maite Alder, técnica del INTA Valle Inferior –Río Negro–, explicó: “Su producción puede ser involucrada a la huerta urbana. Se inocula sobre troncos y es altamente dependiente de las condiciones climáticas, se extiende durante los meses de marzo, abril y mayo, hasta las primeras heladas otoñales”.

En cuanto a las propiedades nutritivas de esta variedad, Cristian Musi Saluj, especialista del INTA Valle Inferior, sostuvo: “Aportan valores proteicos del 3 %, un porcentaje mayor que muchas de las verduras presentes en la huerta”.

Además, cuentan con alto contenido de vitaminas B2, B1, B12 Y B3, que participan en el metabolismo energético de los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas y contribuyen al correcto funcionamiento del sistema nervioso y muscular.

También presentan bajos niveles de sodio, condición que favorece el consumo de las gírgolas a personas con enfermedades cardíacas y aportan a la disminución de los niveles de colesterol por su contenido de mevinolin, que inhibe la síntesis de reductasa.

En cuanto a su desarrollo, fructifican en forma de setas en racimos de coloración variada ; su textura es firme, su pulpa de color blanco y su aroma intenso.

Después de su inoculación, el período de incubación se extiende de cuatro a seis meses hasta que los troncos presentan una capa blanquecina, formada por el cuerpo del hongo o micelio.

Posteriormente, este crecimiento vegetativo se convierte en reproductivo y se observan las setas, que se cosecharan en su punto de madurez, cuando se las corta al ras del tronco para incentivar una nueva fructificación.

Fuente: Prensa INTA.