La elaboración de otros productos a base de miel, tales como vinos y cervezas, forman parte de la apuesta de comercialización en un futuro.
La Cooperativa de Trabajo Apícola Pampero Limitada (CAP) distingue su trabajo de producción de cuatro tipos de mieles a base de las especies florales de la zona, a través de una cadena de producción sin uso de sintéticos y con una remuneración justa para las y los productores.
Con el objetivo de lograr la autosustentabilidad de la apicultura mediante la democratización de los medios de producción, la Cooperativa cuenta con ciento ochenta productores y productoras que trabajan con ciento veinte mil colmenas repartidas en el sudoeste bonaerense.
El presidente de la Cooperativa CAP, Elian Tourn, contó que “gracias a la expansión agropecuaria cada vez más abrupta, donde se utilizan agroquímicos, herbicidas y fungicidas, la presencia de flores es cada vez menos, lo que hace que la abeja en ciertos momentos del año este desnutrida por el poco polen que hay para alimentarse”.
Es por eso que desde la entidad crearon un “alimento balanceado” para las abejas, que garantiza una mejor calidad en la miel, y el fortalecimiento de los insectos, el Jaité CAP.
Por otra parte, elaboraron el sistema de inserción de abejas reinas Cocco CAP, que funciona a través de jaulitas de plástico fabricadas por una empresa: “nosotros subimos un video de cómo hacerlo de forma casera, la empresa la vio y nos ofreció producirla y dejarnos regalías. La empresa cerró el año pasado, así que compramos las matrices y ahora es un producto de elaboración propia”, expuso Tourn.
En vista a nuevos horizontes
Otro de los objetivos de la Cooperativa consiste en la construcción de una nueva planta para la exportación de miel, iniciativa que podrá ser llevada adelante por la aprobación de un Proyecto de Inclusión Socio-Económica en áreas rurales (Pisear).
El referente cooperativo indicó que “en la gestión del proyecto, la senadora Ayelén Durán acompañó de forma muy comprometida y ahora en menos de 50 días la planta comenzará a construirse”.
Los productos que ofrecen en la línea de mieles son Praderas Secas, de la Región Semiárida Pampeana; Monte Nativo, del Monte Pampeano; Praderas Húmedas, del Sur Pampeano; y Cordón Serrano, del Sistema de Ventania.
“Nosotros no usamos sintéticos en las colmenas como tampoco en la elaboración de los productos. Aunque de todas formas, las fumigaciones que hay en los campos aledaños o incluso en los mismos donde radican las colmenas, también afectan todo el proceso”, afirmó el cooperativista.
Saldo de producción positivo
Además, expresó que otro de los principales beneficios de ejercer la actividad consiste en la generación de empleo en localidades chicas. Por ejemplo, realizan la fracción de la miel en Felipe Sola, una localidad de 600 habitantes dentro del Partido de Puan, y donde hay 20 apicultores.
“Se genera laburo allá, y en muchos pueblos chicos la actividad apícola mueve la aguja, aporta recursos, y el ingreso que va a productores chicos, no queda en dólares en una cuenta, se redistribuye siempre en la economía local”, puntualizó.
Otro de los beneficios tiene que ver con el aporte de la apicultura a la ecología local; “es la importancia invisible que tienen estos insectos, ya que al fertilizar las plantas las mejoran y reproducen. Y no se trata solo de especies de flores naturales, sino también de cultivos de producción agrícola como el girasol, la colza, la vicia, o la alfalfa. Si no hay abejas esos cultivos se debilitan, y por ende el ganado rinden menos”, concluyó el ingeniero agrónomo.