La sociedad agrícola prehispánica del altiplano andino aporta información sobre el actual cambio climático

Lo afirma el investigador Pablo J. Cruz, quien recientemente publicó un trabajo sobre cómo estas poblaciones enfrentaron condiciones ambientales extremas.

El preocupante contexto de cambio climático actual forma parte de la agenda de los organismos internacionales y de la sociedad civil, un marco en que la investigación científica interdisciplinaria resulta fundamental para la discusión en torno a modelos alternativos de desarrollo sustentable.

En esta línea, Pablo J. Cruz, investigador del Conicet en la Unidad Ejecutora en Ciencias Sociales Regionales y Humanidades (UE Cisor, Conicet-UNJU) y Nancy Egan, becaria posdoctoral del Consejo en el mismo instituto, participaron en la publicación de un artículo en la revista Ecology & Society, que aborda las formas de organización social y la construcción de lazos de solidaridad como aspectos esenciales que permitieron sobrellevar condiciones ambientales extremas entre los siglos XIII y XV a las comunidades agrícolas prehispánicas del altiplano andino.

Según Cruz: “El artículo trata sobre las capacidades que tuvo una sociedad agrícola prehispánica del altiplano andino -Región Intersalar en Bolivia-, para adaptarse y sobrepasar las extremas e inestables condiciones ambientales de la región, poniendo en evidencia un alto grado de cohesión social al mismo tiempo que bajos niveles de desigualdad.

A partir del estudio de cuarenta y nueve poblados del Período de Desarrollos Regionales Tardíos -siglos XIII-XV- existentes en la región, se pudo determinar que los mismos estuvieron compuestos por unidades residenciales independientes y que gestionaron sus propios recursos económicos, pero fuertemente integradas entre sí.

Asimismo, el estudio detallado de doce de estos poblados permitió medir la desigualdad social aplicando un cálculo de coeficiente de Gini. Los resultados obtenidos indican un bajo nivel de desigualdad, tanto al interior de cada poblado, como entre los doce poblados analizados, lo cual, sumado a los otros datos obtenidos, indica que esta sociedad prehispánica consiguió limitar la concentración de poder y riqueza y producir de forma sostenible excedentes de alimentos para intercambiarlos con otros pueblos.

Los resultados alcanzados proponen un modelo conceptual de baja desigualdad en sociedades agrarias sometidas a entornos ambientales extremos o inestables, donde los mecanismos de cohesión social, cooperación e intercambios de conocimientos resultaron esenciales para hacer frente a la incertidumbre de los recursos naturales.

La sostenibilidad de la sociedad está garantizada por un equilibrio entre la acción colectiva y la organización social basada en la familia.”

La publicación surgió de un proyecto de investigación iniciado en 2007, que articuló especialistas en arqueología, ecología, estudios paleoambientales y teledetección; realizado en colaboración con Richard Joffre, Thierry Winkel y Cyril Bernard, del Centro de Ecología Funcional y Evolutiva (CEFE) de Francia, dependiente del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS), la École Pratique des Hautes Etudes (EPHE), el Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD) y la Universidad de Montpellier (UM).

Fuente: Prensa Conicet.