Los sistemas pastoriles ovinos tienen un balance de carbono positivo

Especialistas del INTA afirman que tienen un fuerte componente de secuestro de carbono.

La ganadería es un sector estratégico que genera oportunidades de desarrollo en todo el territorio nacional y en la Patagonia es la actividad de mayor cobertura territorial por lo que conocer cuál es el impacto de la actividad cobra relevancia.

Por esto, un equipo de especialistas del INTA destacó que los sistemas pastoriles ovinos tienen un fuerte componente de secuestro de carbono y que, en muchos casos, operan con balances positivos.

Los sistemas ganaderos patagónicos son de tipo pastoril, explicó Mauricio Álvarez, coordinador nacional del programa Carnes y Fibras del INTA: “En este caso, es cierto que existe emisión de metano del ganado, pero también hay un componente de secuestro de carbono dado por las pasturas, elementos arbóreos, los arbustos, entre otros, de su paisaje”. Y agregó que en la actualidad: “Las demandas del mercado y de los consumidores tienen que ver con la relación de los sistemas de producción con el ambiente y el impacto que estos tienen sobre el cambio climático”.

En este sentido, Pablo Peri, coordinador nacional del programa Forestales del INTA, sostuvo: “Lo que favorece y determina que el balance neto de carbono de un establecimiento sea positivo, es decir, producir carne y lana sin emitir gases de efecto invernadero, es ajustar la carga y evitar la disminución de la cobertura forrajera y la erosión del suelo”.

De esta manera, la actividad genera servicios ecosistémicos esenciales en muchos ambientes; lo que contribuye a la recirculación de nutrientes y preservación de la biodiversidad y esta evidencia parte de la estrategia de posicionar los productos patagónicos de una ganadería extensiva sobre pastizales naturales en la comercialización, remarcaron los especialistas.

Las tecnologías posibles de aplicar en estos sistemas son de procesos; esto quiere decir que se usa poco externo, son de bajo costo y permiten no solo aumentar la producción sino revertir las tendencias ambientales de los pastizales naturales y aumentar, a partir de su mayor producción, el secuestro de carbono.

Así la ganadería sería parte de la solución económica y regenerativa del ambiente; lo que tiene un aspecto multiplicador sobre su valor agregado y sobre la generación de divisas.

Fuente: Prensa INTA.