¿Me puedo bañar en el río Negro?

Mucho se habla de la calidad de agua del río Negro por la función social que tiene en ambas riberas de Patagones y Viedma. Se realizan estudios de manera periódica para alertar a la población en caso de índices de contaminación elevados.

Dentro de las responsabilidades del Departamento Provincial de Aguas rionegrino (DPA) y el Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable bonaerense (Opds) se encuentra la de “realizar estudios y evaluaciones para establecer el grado de riesgo actual para la conservación de los recursos y ambientes naturales frente a las acciones antrópicas y de la naturaleza”.
En esa línea de trabajo, los intendentes de Patagones, José Luis Zara, y el de Viedma, José Luis Foulkes, hicieron tiempo atrás los respectivos requerimientos para que periódicamente se evalúen los niveles de contaminación del río Negro, entre otras cuestiones, por su destino recreativo y de esparcimiento.
Los resultados emitidos en lo que va de 2017 han resultado favorables por cuanto los valores de las tomas de agua que se han analizado dan por debajo -en todos sus indicadores- a las recomendaciones internacionales.
Los análisis de la Opds, a pedido del municipio de Patagones, “relativo a un diagnóstico actualizado de la calidad de las aguas del río teniendo en cuenta el uso recreativo del mismo”, se hicieron siguiendo los parámetros establecidos en la Ley Nacional 24.051 propuestos por la Autoridad Interjurisdiccional de las Cuencas de los ríos Limay, Neuquén y Negro. Concluyen que “todos los parámetros informados se encuentran por debajo de las concentraciones máximas establecidas para cada analito. Es importante mencionar que en todos los sitios de diagnóstico no han sido detectados los metales: cinc, cobre, níquel, cadmio, cromo total y hexavalente, plomo; y la concentración de nutrientes y materia orgánica no es de destacar”.
El sector del que se tomaron muestras es el comprendido entre Carmen de Patagones y la planta depuradora cloacal de Viedma, que son los dos extremos.
Mientras tanto, el DPA realizó monitoreos de rutina de calidad de aguas del río Negro en la capital provincial rionegrina con el acompañamiento de funcionarios de ambos municipios ribereños.
El director provincial de Municipios, Guillermo Oliva Tagle, manifestó que “es una manera de hacer partícipes a los intendentes de estos muestreos que hace el DPA todas las semanas a lo largo del río Negro e invitar a la prensa para que se sepa y vea cómo se hacen”. De hecho, Foulkes se subió a la embarcación que tomó las muestras.
Una idea para más adelante es invitar a estudiantes a participar de la actividad: “Apuntamos a socializar estos muestreos de rutina, que el DPA sube a su web regularmente, pero la gente no suele consultar esta información sino que se basa en el ‘boca a boca’. La idea es empezar a difundir estas metodologías y acompañar estos muestreos para que la gente sea partícipe. Creo que invitando a los chicos es el mejor camino, porque son más asiduos a las redes sociales y nos puede ayudar a comunicar en qué situación está el río”, explicó.
El informe emitido por la Autoridad Interjurisdiccional de las Cuencas el 16 de febrero sobre la densidad de la bacteria escherichia coli descartó inconvenientes por este vector (NR: escherichia coli no es una bacteria que afecte a la salud humana, sino que es un indicador de la presencia de materia fecal, que sí afecta la salud).
La Agencia de Protección Ambiental estadounidense indica que la media geométrica de la densidad bacteriana (para un número de muestras estadísticamente suficientes, no menos de cinco muestras igualmente espaciadas durante un período de 30 días), no debe exceder el límite alternativo de 200 colonias para CTT y de 126 colonias /100 mL para escherichia coli.
Es decir, con fines recreativos, de acuerdo a pautas internacionales, el río Negro es utilizable para fines de esparcimiento si tiene menos de 200 unidades de escherichia coli. La información oficial es que en el balneario El Malecón, la media geométrica dio 59 unidades y en la primera bajada dio 33. Esto es el resultado de muestras tomadas el 16 de enero, el 24 de enero, el 31 de enero, el 6 de febrero y el 13 de febrero a la misma hora, por lo tanto con distintas condiciones de creciente del río, de mareas, etc.

Percepciones
El punto es que hoy buena parte de la sociedad de Patagones y de Viedma tiene un mensaje instalado que los científicos contradicen. Se habla de irritaciones o afectaciones cutáneas posteriores a la concurrencia al río, se dice que las plantas potabilizadoras de líquidos cloacales no trabajan debidamente en el tratamiento de los efluentes de ambas localidades, y se da por cierta la contaminación que tiene el río Negro cuando corre por las localidades de Cipolletti, Villa Regina, donde los efluentes son de origen hidrocarburíferos, o agroquímicos, o residuos industriales, o existe vertido directo de plantas de extensión cloacal.
Si bien no es lo mismo en el Valle Medio, donde se reciben residuos de estos orígenes, que en la comarca Viedma-Patagones, hay una situación natural que tienen estas dos ciudades que vierten sus desagües pluviales al río. No podría ser de otra manera por la topografía de Patagones y en esa pendiente está todo construido de modo que la capacidad de absorción del suelo es baja. Los pluviales naturalmente van a parar al río, arrastrando todo tipo de residuos domiciliarios y de pequeñas industrias.
Ambas ciudades tienen plantas depuradoras de líquidos cloacales, que funcionan a un cierto nivel de saturación. Según el testimonio de especialistas, ambas ciudades deben plantearse al menos su reacondicionamiento. En el caso de Patagones se tiene que avanzar en relocalizar la planta depuradora de líquidos cloacales, tanto en su localización física como en destino final de los efluentes.
Es impensable que una ciudad en el siglo XXI vierta efluentes cloacales al río. El río no es un canal generador de energía. El río es fuente de vida biológica, y hay quienes dice que debería estar administrado por biólogos y no por ingenieros hidráulicos. La administración por ingenieros hidráulicos y de ingenieros electricistas hace que el río se convierta en un generador de energía y vierta en sus cursos los caudales que son remanentes de la generación de energía.
Por desidia, por concepción cultural, por desinformación, entre otros causales, hay una mala administración estructural del río. Las comunidades -y los gobiernos que administran temerariamente el estado- deberían hacer lo mejor de sí y plantearse la recuperación de esa la capacidad natural que tiene el río de ofrecer un ambiente, un paisaje en condiciones de naturaleza en sus riveras.
La situación actual de la calidad del agua agrega un componente importante para Patagones y Viedma, y es que estamos en el estuario del río Negro, esto es en el punto donde el río desemboca al mar, el mar ingresa y “altera” las condiciones naturales del río, si bien es una alteración natural que cambia las condiciones naturales que tiene el río hasta llegar al estuario. Otro aspecto a tener en cuenta en la consideración de la fauna y de la flora propias de esta bendición que no siempre tenemos en su debida consideración.
Fuente: Ecos de la Tierra