Especialistas del INTA Hilario Ascasubi –Buenos Aires– dan pautas para asegurar la productividad en el desarrollo del bulbo y su calidad durante la crisis hídrica.
En el valle bonaerense del Río Colorado la producción de cebolla es importante, pero desde hace una década su rendimiento está amenazado por el descenso en el escurrimiento del río, debido a la escasa acumulación de nieve en la cordillera de Los Andes.
En este contexto, la principal área bajo riego de la cuenca en el valle bonaerense del río Colorado (VBRC), ha disminuido su superficie de 140.000 a 70.000 hectáreas y esta situación impulsó a técnicos del INTA Hilario Ascasubi, Corfo Río Colorado, el Consorcio Hidráulico, junto a asociaciones y productores, a trabajar en la mejora del manejo del recurso y la transformación tecnológica del riego.
Gran parte de la superficie sembrada tiene sistemas de riego gravitacional, que necesita bastante agua aunque hay alternativas de manejo para aumentar su eficiencia, modificando variables como el caudal unitario y el tiempo de riego o al repartir el agua disponible en pocos surcos o melgas durante el riego con menor tiempo de aplicación para no perder agua por percolación.
A fin de reducir pérdidas por conducción dentro del establecimiento, también se recomienda mantener limpias las acequias y reducir la distancia que debe recorrer el agua y analizar la posibilidad técnica y económica de revestir el tramo de conducción con materiales plásticos.
Asimismo, se sugiere monitorear la correcta humedad del suelo -fundamentalmente en los primeros 30 a 40 centímetros donde están las raíces-; la adopción de sistemas de riego presurizados o por goteo aunque son caros; el uso de almácigos y trasplante en los meses donde está disponible el agua de riego y el reemplazo por otros cultivos hortícolas para sortear la crisis.
Fuente: Prensa INTA.