Ninguna faceta de la biodiversidad sustituye a otra

En un editorial publicado en la revista Nature una investigadora del Conicet advirtió que el plan trazado para conservar la biodiversidad, corre riesgo de diluirse.

Hace más de una década, muchos gobiernos del mundo se reunieron en la ciudad de Nagoya, prefectura de Aichi- Japón- para delinear el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020, donde se plantearon los objetivos conocidos como “Metas de Biodiversidad de Aichi”, que debían cumplirse para detener la pérdida de la naturaleza y sostener las formas de vida en el planeta.

Ante el fracaso del cumplimiento de las mencionadas metas, científicos y científicas de todo el mundo recopilaron evidencias de biodiversidad hasta el momento, generando el primer borrador del Marco Global de Biodiversidad -GBF por sus siglas en inglés-.

Sandra Díaz, investigadora del Conicet en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (Imbiv, Conicet-UNC), participó de la redacción de este borrador, que incorporó los consejos de la comunidad científica para delinear umbrales cuantitativos ambiciosos, como áreas del ecosistema a proteger, el porcentaje de diversidad genética a mantener y las reducciones porcentuales de las tasas generales de extinción, el uso de pesticidas y los subsidios perjudiciales para la biodiversidad.

Comentó Díaz “Cuando leí el primer borrador del GBF vi una luz de esperanza. Pensé que los miembros de la Convención de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad habían aprendido del fracaso de las metas de Aichi, pero aparecieron los paréntesis. En el mundo de la política, este signo de puntuación marca enmiendas propuestas en que las partes aún no están de acuerdo. Lo que encerraban esos paréntesis a lo largo del texto del GBF condujo a que muchos objetivos y metas propuestas se vieran neutralizados y paralizados. En un documento de 10200 palabras aparecieron unos 900 paréntesis y de los 22 objetivos, solo 2 están libres de ellos”.

Los mencionados umbrales cualitativos sugeridos para un futuro mejor pasaron a integrar los contenidos encerrados entre paréntesis o directamente desaparecieron y luego de un gran esfuerzo, una propuesta simplificada del Grupo Informal de la Convención de Diversidad Biológica (CBD) sobre el GBF ha reducido a la mitad los paréntesis, que consideraron las partes en la 15ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre diversidad (COP15) Montreal (Canadá).

Añade Díaz: “Necesitamos un texto más fuerte, con menos paréntesis. Algo hemos aprendido desde la primera Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992, en donde se llamó la atención sobre el impacto de las actividades humanas en el medio ambiente. Eso sí, un texto fuerte, preciso y ambicioso no garantiza en sí mismo una implementación exitosa, pero un texto débil y vago es un fracaso casi asegurado”.

El Informe de evaluación global sobre biodiversidad y servicios de los ecosistemas de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), que fuera copresidida por Díaz, fue desarrollado por la comunidad científica en solo tres años, justo a tiempo para la fecha original del COP15 en 2020, conferencia que fue suspendida por la pandemia de COVID19.

El tiempo que duró la pandemia fue aprovechado por un equipo interdisciplinario de más de sesenta científicos y científicas de biodiversidad para pulir los objetivos del GBF y dar una serie de recomendaciones basadas en evidencia sobre objetivos, escenarios e implementación

Fuente: Prensa Conicet.