Perspectivas productivas para el extremo sur bonaerense

El Sistema de Información y Alerta Temprana (Siat) del Sudoeste Bonaerense publicó su informe trimestral en el que da cuenta del estado de la vegetación natural, el riesgo de erosión, el estado general de las actividades agropecuarias y las recomendaciones de manejo para los distritos de Puan, Villarino y Patagones.

Promediando el mes de septiembre de 2017 en el área de Puan y Villarino habían predominado buenas condiciones pluviométricas para la actividad agropecuaria, mientras que en Patagones las lluvias estuvieron dentro del valor medio.

Al final del tercer trimestre del año, las lluvias acumuladas en Bordenave y Ascasubi alcanzaron el valor correspondiente al total anual promedio. Si bien la acumulación de lluvias en Bahía Blanca estuvo por encima de la media, no se alcanzó esa misma situación. En Carmen de Patagones, la evolución de las lluvias durante los meses del invierno, continuó asemejándose a la esperada en un año promedio.

Las condiciones invernales favorecieron el crecimiento de la vegetación espontánea. En áreas de arbustales abiertos y pastizales, la acumulación de material vegetal estuvo un 5% por encima de la media histórica. En los sectores quemados en el verano reciente, se produjo fuerte mortandad de especies arbustivas (como jarilla) e incremento del predomino de especies anuales.

Considerando los pronósticos climáticos para el trimestre septiembre-noviembre, el riesgo de erosión eólica muestra una tendencia creciente hacia el extremo sur del sudoeste bonaerense. El riesgo de voladuras de suelos es bajo para Puan, incluso en suelos con escasa cobertura, mientras que alcanza valores elevados en Patagones. Estas predicciones hacen pensar, una vez más, en la importancia de mantener el suelo cubierto.

En pos de un buen manejo ambiental y productivo

Los organismos intervinientes plantean que debido a la buena implantación de los cultivos invernales y el crecimiento vegetal de los pastizales naturales, el riesgo de erosión eólica es bajo. A pesar de ello, no debe descuidarse la presencia de cobertura vegetal en superficie, en barbechos destinados a cultivos estivales. Se recomienda mantener más del 30 % del suelo cubierto con residuos vegetales.

Se prevé que el riesgo de incendios será elevado a partir de noviembre. Se recomienda continuar con la preparación de los cortafuegos y, eventualmente realizar la siembra de verdeos de verano para hacer un aprovechamiento forrajero de esos sectores. También se recomienda optimizar el pastoreo, para evitar el exceso de acumulación de material vegetal, que pueda tornarse combustible en el verano.

En lo que respecta a lo agrícola, si bien la evolución de las precipitaciones favorece el desarrollo de los cultivos de invierno, debe prestarse atención a la mayor incidencia de malezas y enfermedades, especialmente en secuencias continuas de trigo y cebada. La incidencia y severidad de roya amarilla en trigos sembrados temprano pueden resultar elevadas y, por lo tanto, justificar el control químico.

En los lotes de baja fertilidad, que recibieron lluvias moderadas a altas durante el invierno, pueden presentarse situaciones de déficit de Nitrógeno.

Para la ganadería ovina se sugiere:

Monitorear la presencia de disturbios en el vellón, ya que esto puede indicar la presencia de sarna o piojo.

En caso de esquila de primavera, contactar con tiempo a la comparsa de esquila.

Prever el financiamiento de esquila (por ejemplo a través de la Uede Patagones) e inscribir el lote en la licitación más próxima a la fecha de esquila.

Revisar clínica y sanitariamente los carneros que van a entrar al servicio de primavera.

Evaluar la condición corporal de las ovejas y borregas que van a entrar al servicio de primavera.

En el caso de observar presencia de piojos, realizar dos tratamientos post esquila, ya que ese es el mejor estado para hacerlo.

En tanto, para la ganadería bovina se plantea:

Comenzar la preparación del barbecho para la implantación de pasturas durante el próximo otoño.

Para un mejor aprovechamiento de los recursos forrajeros se recomienda el empleo de pastoreo rotativo, ajustando la rotación a la factibilidad operativa del productor.

Comenzar a planificar la oferta forrajera estival y elaboración de reservas, especialmente si se planea retener hacienda.

Debido a que se encuentra en lactación, el rodeo de cría debe mantenerse en lotes con buena disponibilidad y calidad forrajera.

En el caso de vacas con bajo estado corporal que estén lactando, puede ser recomendable realizar el destete precoz, para aumentar la eficiencia del servicio.

Revisar el desarrollo corporal y el estado de las vaquillonas que van a entrar al servicio en esta primavera.

Revisar el estado corporal y la dentición de las vacas y toros que entraran al servicio en esta primavera.

Realizar la inspección clínica y sanitaria de los toros, que entrarán en servicio en el mes de noviembre.

Prever la alimentación para los novillitos y vaquillonas que van a salir de los verdeos, procurando mantener el nivel nutricional para mantener su tasa de desarrollo.

En caso de terneros y vaquillonas que estén pastoreando verdeos, realizar análisis copro-parasitológico para evaluar la conveniencia de desparasitar.

Realizar la vacunación para prevenir enfermedades reproductivas al rodeo previo al servicio y vacunar a los terneros con dos meses de edad contra enfermedades clostridiales (mancha-gangrena-enterotoxemia).

Revisar si existen ataques de sarna y piojo en bovinos, y realizar tratamientos en caso de detectarlos.

¿Qué es el Siat?

El Sistema de Información y Alerta Temprana (Siat) del Sudoeste Bonaerense es un organismo técnico especializado que se encarga de recolectar, procesar y analizar datos para comunicar y difundir información relevante para la toma de decisiones de los diversos actores intervinientes en los sistemas productivos de La Región. Se pretende así establecer un Sistema Regional de Monitoreo que ayude a reducir la vulnerabilidad al cambio climático y la desertificación

Esta iniciativa está conformada por el Centro de Recursos Naturales Renovable de la Zona Semiárida (Cerzos-Conicet), la Estación Experimental Agropecuaria del INTA H. Ascasubi y Bordenave, la Universidad Nacional del Sur y el Servicio Meteorológico Nacional, y es apoyada por el Proyecto Aumentando la Resiliencia Climática y Mejorando el Manejo Sostenible de la Tierra en el Sudoeste de la Provincia de Buenos Aires, ejecutado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, con financiamiento del Fondo de Adaptación de Naciones Unidas, y administrado por el Banco Mundial.