Planificar la siembra de trigo en un escenario hídrico heterogéneo

En un contexto general de déficit hídrico y un invierno seco, especialistas del INTA detallan cómo se encuentran las zonas trigueras de acuerdo a las últimas lluvias.

Si bien las lluvias en invierno son deficitarias, la actual campaña presenta una menor disponibilidad hídrica que las anteriores, debido a una baja recarga por precipitaciones otoñales y un marcado descenso en el nivel freático en algunas zonas de la región pampeana.

El último informe del Instituto de Clima y Agua del INTA, analizó que las lluvias del mes de abril fueron inferiores a las normales en áreas de Salta, oeste de Formosa y las regiones Pampeana, Cuyo y Patagonia y sobre Cuyo no se registraron.

El contenido de humedad en el suelo ha disminuido y la zona núcleo Pampeana, el centro de Córdoba y norte de Santa Fe tienen reservas de referencia escasas o regulares. Una situación deficitaria que en el oeste de la región Pampeana, Chaco y Formosa y este de Salta, limitaría la siembra de los cultivos de invierno.

Mientras el norte de Entre Ríos y Corrientes muestra reservas excesivas o excesos hídricos y en el centro y este de Buenos Aires, este de Córdoba y centro de Santa Fe son adecuados u óptimos.

La tendencia trimestral indica posibles precipitaciones por debajo de lo normal sobre Corrientes, Buenos Aires y La Pampa y sin una tendencia definida sobre Formosa, Chaco, Santiago del Estero, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos.

Frente a este contexto heterogéneo, desde el INTA señalan la importancia de medir la cantidad de agua almacenada en el perfil de suelo y la profundidad y la calidad de la capa freática, ya que esto permite diseñar pautas que optimicen su uso en los sistemas de producción.

Además, entre las recomendaciones para la siembra los especialistas recomiendan analizar el agua útil, porque eso determina el piso de rendimiento del cultivo e incorporar tempranamente el fertilizante nitrogenado si hay pocas precipitaciones; elegir cultivos resistentes al frío y estar atentos a la aparición de enfermedades como roya anaranjada y amarilla para la aplicación de fungicidas.

Fuente: Prensa INTA.