Prevenir el estrés térmico en aves de granja

Las aves son sensibles a los cambios de temperatura y humedad y deben reconocerse las señales que lo indican.

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) recomienda a productores y productoras avícolas tomar medidas para evitar pérdidas relacionadas al estrés térmico, ya que las aves son animales homeotermos – capaces de conservar de manera constante su temperatura corporal mediante convección o evaporación-, pero ante la temperatura excesiva jadean para aumentar el flujo de aire y eso a largo plazo puede ocasionarles la muerte por agotamiento.

Algunos signos de stress son: aumento del consumo de agua; disminución en el consumo de alimento; alas extendidas; letargia; respiración acelerada con pico abierto; oscurecimiento de la piel; reducción del tamaño y la producción de huevos en ponedoras y deposiciones líquidas en pollitos.

Para prevenir es importante registrar la temperatura y la humedad en los galpones al nivel de los animales; no molestarlos durante las horas más calurosas; ajustar los horarios del personal y los programas de iluminación para que el trabajo de rutina se realice temprano o por la noche; disminuir la densidad de alojamiento; aumentar la velocidad del aire; usar nebulizadores y vaporizadores mientras la humedad no supere el 70%; utilizar rociadores en el techo para refrescar el interior de los galpones; usar sobretechos y/o media sombra en los laterales; ventilar durante la noche; ofrecer agua fresca; no alimentar en las horas calurosas y adecuar la dieta a las recomendaciones de un profesional; procurar que la cama permanezca seca y tener un plan de contingencia para las olas de calor.

Ante cualquier duda, consultar con un veterinario/a acreditado/a en sanidad aviar o enviar un correo electrónico al “Programa de Bienestar Animal”: bianimal y/o al “Programa Nacional de Sanidad Aviar”: avesygranja.

Fuente: Prensa Senasa.