Realizan un relevamiento de daños por la polilla de la vid

En Mendoza ven con preocupación el incremento de la lobesia o polilla de la vid.

La Asociación de Viñateros de Mendoza, a través de su equipo técnico, realizó un relevamiento de daños ocasionados por una plaga cuyo nombre científico es Lobesia Botrana y que ataca principalmente el cultivo de vid, por ello se la conoce comúnmente como “la polilla de la vid”.

Los datos aportados por la Asociación, que hace años trabaja con grupos de productores y productoras vitivinícolas, fueron obtenidos durante la vendimia, sobre los oasis más importantes de la provincia de Mendoza. Lo que llamó la atención fue el estado en el que se encuentran algunos viñedos, sobre todo en la zona Este, Norte y Sur.

La ingeniera agrónoma, integrante del equipo técnico de la Asociación de Viñateros de Mendoza, Yoana Aliotta, explicó los daños producidos por esta plaga y cómo las condiciones climáticas empeoraron la situación: “En este momento del proceso, lo que vemos es la rotura del grano y se come todo el interior, la pulpa. El problema es que esta cosecha fue acompañada también por muchísimas lluvias. Y las precipitaciones agravaron la situación con podredumbre, que es una enfermedad producida por un hongo”.

De este modo, Aliotta afirmó que los daños son mayores en el racimo y, por lo tanto, se producen pérdidas en la producción y en la calidad. Y eso a futuro, trae aparejados problemas en la vinificación, en los sabores o aromas, y posteriormente dificultan la elaboración del vino.

Desde hace años, la Asociación de Viñateros de Mendoza trabaja en conjunto con el Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza (Iscamen) y con el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) para erradicar y contener esta plaga. En relación a esta tarea, Aliotta señaló: “Como estrategias, hay muchas, no sólo las curaciones. Estas se trabajan con ISCAMEN, porque son ellos quienes emiten una alerta. Entonces el productor, junto con esa alerta y con el estado fenológico de su viñedo, interviene y hace la curación. La curación más importante es, sobre todo, la del primer vuelo, que se realiza en primavera”.

Sin embargo, advirtió que, si bien las curaciones son fundamentales “también hay una serie de medidas que se deben tomar, por ejemplo, en el traslado de la uva el camión tiene que ir con la carpa y por lo menos el 80% debe estar cubierto. Además, tener en cuenta las condiciones de higiene, la desinfección de la ropa, de los tachos”.

La ingeniera resaltó que Iscamen ha realizado curaciones con aviones y en años anteriores entregó productos y difusores. Sin embargo, este año muchas de esas curaciones estaban a cargo de quien produce. Y el problema, según Aliotta, es que muchas no se han realizado, y las que sí se han hecho, no fueron ejecutadas junto con la alerta que emite el ente autárquico.

Pensando en las actividades futuras, y en cómo mitigar los daños, Aliotta afirmó: “Ahora vamos a hacer mucho hincapié, en la campaña futura, hacer mucha fuerza para conseguir fondos y desarrollar un plan total: que lleguen los productos al total de los productores y no sólo sea un plan de contención mínima”.

Fuente: El Portal de las Cooperativas.