El trabajo evalúa los efectos de su aplicación en el rendimiento del cultivo y los costos en relación con el beneficio de los ensayos.
Durante la campaña 2017/18, en un argiudol típico de la localidad de San Antonio de Areco, se establecieron 18 parcelas a las que se les aplicaron 100 kg de fosfato monoamónico (FMA) como fertilización base.
Los tratamientos ensayados fueron: (1) maíz fertilizado con 200 kg ha-1 de urea (U); (2) 200 kg ha-1 de urea y 90 kg ha-1 de yeso (U+Y); (3) 150 kg ha-1 de urea; (4) 50 kg ha-1 de zeolita granulada (U+Z); y 150 kg ha-1 de urea, 90 kg ha-1 de yeso y 50 kg ha-1 de zeolita granulada (U+Y+Z) y (5) situación testigo sin fertilización nitrogenada (T).
La fertilización con urea (U) y urea + yeso (U+Y) produjo incrementos del 18% y 16% respecto al testigo, mientras que en la aplicación de la urea junto con el yeso y la zeolita (U+Y+Z) el incremento en rendimiento estuvo en el orden del 25% (p<0,05) y el tratamiento (U+Z) no difirió estadísticamente del testigo, pero tampoco del tratamiento fertilizado con urea solamente.
De acuerdo a los datos, los tratamientos de reemplazo de 25% de urea por zeolita sola o con adición de yeso, representarían una alternativa para disminuir los costos sin afectar los rendimientos del cultivo de maíz.
Fuente: Prensa INTA.