Se llevó a cabo la prueba de control en la región cuyana. Abarcó ciudades de San Juan y Mendoza
La actividad de vigilancia en los cultivos de cítricos pretende mantener la calidad y sanidad de los frutos para consumo. En las provincias de San Juan y Mendoza, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) supervisó las acciones desarrolladas por el Programa Nacional de Control y Erradicación de Mosca de los frutos (Procem), responsable de monitorear el comportamiento de la plaga en la región.
La actividad la llevaron a cabo agentes del Centro Regional Cuyo del Senasa quienes realizaron un seguimiento de las redes de trampeo instaladas en las áreas urbanas y rurales.
En la ciudad de San Juan, los profesionales del Senasa verificaron las tareas de la Dirección de Sanidad Vegetal, Animal y Alimentos, entidad encargada de llevar a cabo el PROCEM, con el objetivo de vigilar y controlar los niveles poblacionales de la plaga.
El objetivo es disminuir los niveles poblacionales de las especies Ceratitis capitata (Mosca del Mediterráneo) y Anastrepha fraterculus (Mosca Sudamericana), las que representan una de las principales plagas que limitan el desarrollo productivo regional, generando un impacto socioeconómico.
Se realiza el muestreo de frutos con el objetivo de determinar la susceptibilidad de las distintas especies y variedades, secuencia y porcentaje de infestación e identificar posibles hospederos silvestres.
En el Oasis Sur de la provincia de Mendoza, el personal del Senasa observó la actividad operativa que lleva a cabo el Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de dicha provincia (ISCAMEN) en los departamentos de San Rafael y Gral. Alvear. Estas áreas tienen reconocimiento nacional e internacional como libre de mosca de los frutos.
En el marco de la supervisión del Programa en la región, los técnicos del ente sanitario evaluaron la distribución de las trampas, la pertinencia del sitio de instalación de las mismas y su operatoria de revisión semanal, la cantidad y tipo de fruta muestreada, entre otros aspectos.
La implementación del Procem es de gran importancia para la producción frutihortícola de Argentina, permitiendo reducir el impacto que genera la plaga sobre las cadenas productivas regionales: pérdidas directas -merma de la cosecha y disminución de la calidad del fruto- e indirectas, debido a las restricciones a la exportación y/o la necesidad de aplicar tratamientos.
Fuente: Senasa.