La Cooperativa de Trabajo Apícola Pampero Ltda. organiza una mayor llegada de sus productos apícolas a consumidores, con el aislamiento social, preventivo y obligatorio a cuestas.
El surgimiento de la pandemia ha complicado la actividad en todos los sectores económicos, sin embargo, “nos ha dado varias herramientas para buscar otras alternativas, tuvimos que cambiar la cabeza y entender cómo es el contexto y la coyuntura para pensar una nueva propuesta”, introduce Camila Buscaglia, secretaria y coordinadora de comunicación de la cooperativa.
“Estamos avanzando con el desarrollo del mercado de miel fraccionada. Este es nuestro primer objetivo”. En la Ciudad de Buenos Aires y La Plata se activaron mecanismos de distribución de miel a domicilio. También se enviaron productos a referentes de las redes sociales, “la medida tiene que ver con la difusión de la marca y también con la difusión del consumo de la miel, con la Semana de la Miel se despertó mucho interés por este alimento”.
La Cooperativa Apícola Pampero produce una gran diversidad de productos: “Nuestra oferta es bastante diferencial con el resto que está en el mercado, a fines de 2016 llevamos a Cooperativa Obrera los productos. Después se hicieron algunos estudios de mercado, en conjunto con la Universidad Nacional del Sur, y vimos que el público tenía muchísima mejor respuesta a la miel cremosa que a la miel líquida o a la miel curada”. La miel cremosa resultó más práctica para untar y de gran disfrute en el paladar, “los sabores, los olores se realzan”.
El trabajo con una gran cantidad de productores de la zona permite la elaboración de miel de los diferentes sectores del sudoeste bonaerense. “Contamos con cuatro variedades de mieles distintas, que son Cordón Serrano, Pradera Seca, Monte Nativo y Praderas Húmedas. Cada una tiene su color, diferencias al momento de los gustos, algunas son más azucaradas y otras, más cremosas. Es lindo hacer el ejercicio de probarlas y darse cuenta que no todas son iguales”.
