Brindan pautas para reducir los residuos domiciliarios

Desde el INTA destacan la conveniencia de compostar los restos orgánicos domésticos para nutrir plantas y cultivos, entre otros beneficios.

La emergencia sanitaria incrementa la necesidad de reducir los residuos reciclando y compostando, porque eso mejora la calidad de vida, por tanto el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible dispuso por Resolución 92/2020, que desde el 22 de marzo -día del Agua- al 27 de abril -día de la Tierra- en Argentina se lleve a cabo el Mes del Compostaje.

El compostaje reduce la frecuencia de recolección de residuos, minimiza la generación de lixiviados en el sitio de disposición final de los residuos y la proliferación de agentes patógenos, además de reducir las emisiones de gas con efecto invernadero y resultar también se obtiene alimento útil para las plantas de los jardines, huertas; mejora el suelo y disminuir la compra de fertilizantes químicos, mientras se fomenta una conciencia de reciclaje y aprovechamiento.

Se trata de un proceso biológico realizado por microorganismos aeróbicos, bajo condiciones de humedad, temperatura y aireación controladas, que transforma los residuos orgánicos en un producto estable.

Para su construcción, se pueden usar desde tablas de madera de pallets, costaneros de aserraderos o listones, o bien baldes de pintura desechados.

Para fabricar una compostera se pueden usar materiales diversos – tablas de madera de pallets, listones o baldes de pintura desechados-, que para hogares con hasta 3 personas deberá tener al menos 70 centímetros de ancho por 80 centímetros de largo y 50 centímetros de altura.

También habrá que tener un tacho con tapa hermética en la mesada de la cocina donde poner los residuos orgánicos picados – restos de frutas y verduras, crudas o cocinas, cáscaras de huevos, saquitos de té, yerba, café, servilletas y rollos de papel de cocina-, evitando lácteos, huevos o carne, porque atraen insectos y roedores.

También se pueden usar hojas secas y verdes, césped seco y restos de plantas, pero no se incluirán malezas con semillas o excrementos animales.

Se dispondrán en la compostera según su contenido de nitrógeno (verdes) y carbono (marrones) para mantener un equilibrio entre ambos, mezclando una parte de verdes por dos partes de marrones.

Además habrá que mantener la humedad y la aireación adecuada regando -el contenedor deberá tener orificios en el fondo- una vez cada 15 días en invierno, una vez por semana en verano y volteando el material periódicamente para aumentar la actividad microbiana.

Por último, el compost estará listo para utilizar cuando no se pueda identificar los materiales originales, tenga olor a tierra mojada, color oscuro y un aspecto homogéneo.

Fuente: Prensa INTA.