El agua subterránea es un recurso estratégico

En un contexto de escasas precipitaciones, su buen uso permite cubrir la demanda de los cultivos.

El agua subterránea es imperceptible al común de la gente y requiere de instrumentos especiales para cuantificarla.

Durante el fenómeno La Niña el agua es un bien escaso, lo que puede resentir la producción y tener consecuencias en la economía, por lo que el estado y la influencia de esta parte oculta de la oferta hídrica cobra relevancia.

El INTA tiene un proyecto enfocado en la relación entre lo que se hace en el agro y las napas freáticas; otro sobre el manejo integrado de cuencas y con ambos pretende mejorar la toma de decisiones con visión sistémica de los agroecosistemas y conocimientos generados en la ecofisiología, la hidrología y la hidrogeología.

Proyectos que integran el Programa de Recursos Naturales y abordan estas situaciones a escala local, pero con una dinámica a largo plazo.

El sector agrícola argentino destaca por sus estrategias para manejar la sequía, pero no tanto por aprovechar el agua en profundidad, aunque los agricultores saben que el aporte de una napa dulce de agua puede satisfacer al cultivo, independizándose en parte de las lluvias.

En menor magnitud, una napa más profunda también contribuye a reducir el riesgo de sequía si se implementan modos de aprovecharla, como los que evalúan los proyectos citados que tienden a la planificación y gestión inteligente del recurso hídrico porque es finito, que debe ser acompañado por un uso igualmente inteligente del suelo por parte de los productores.

Por más información contactar vía mail a Jorge Mercau; Roberto Esteban Miguel o a José Volante.

Fuente: Prensa INTA.