En Villalonga se producen bioinsumos para la agroecología

Son productos que no dejan residuos tóxicos en el medio ambiente. Su utilización no genera riesgos para la salud de agricultores, agricultoras y de quienes los consumen.

Hay un conjunto de bioinsumos que se utiliza para reemplazar el uso de agroquímicos, que se pueden producir en las casas y sirven para fomentar la armonía para que todos los insectos vivan en equilibrio. La Ingeniera agrónoma responsable del módulo agroecológico del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Brunilda Sidoti, que además es integrante del Colectivo Agroecológico del Río Negro Viedma – Carmen de Patagones explicó que “no es tener estéril las cosas, sino que haya vida y que haya un autocontrol. El organismo humano es así también, somos un montón de bichos en equilibrio”.

Los bioinsumos pueden ser un compost, un lombriabono para los nutrientes del suelo y existen diferentes mezclas y caldos sulfocálcicos que en general se utilizan para aumentar la resistencia de las plantas.

“Obviamente, no sólo eso beneficia al equilibrio productivo, sino también a las personas que trabajan ahí, como parte de toda esa armonía que se genera”, dijo Sidoti.

Los agroquímicos son muy nocivos para los bichos que tienen las plantas y, por supuesto, para las personas también. Matan un gran porcentaje de insectos, pero lo que queda vivo luego se reproduce, requiriendo así aplicar cada vez más cantidad de productos químicos que alteran el medio ambiente y la salud de las personas.

Para que estos químicos sean colocados, las personas encargadas de hacerlo deben usar diferentes protecciones, pero en la práctica, la realidad se aleja de eso y los que instalan los productos para controlar una plaga, se brotan rápidamente.

En el sur cebollero

La aplicación de bioinsumos y las correspondientes capacitaciones vienen desarrollándose hace 3 años de manera sostenida y creciente. Al respecto, el ingeniero agrónomo y referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), Facundo Nicolás Monguzzi, contó que “uno de los proyectos que estamos teniendo en la zona como MTE es el de producir nuestros propios bioinsumos, que los obtenemos a través de insumos en el mismo campo y de productos que hay en la zona. Hoy por hoy los insumos convencionales tienen un costo muy alto. Esto es una alternativa que permite a los productores bajar el costo y además ser amigable con el medio ambiente.”

El referente del MTE Villalonga, Cristian Herrera, comentó que están llevando adelante la construcción de una fábrica de bioinsumos con el acompañamiento de ingenieros del INTA y de los propios productores y productoras del MTE rural local, “la biofábrica es una salida colectiva y que vendría a achicar costos”.

En referencia al estadío de desarrollo de la fábrica, Herrera manifestó que “se encuentra en un 15/20% aproximadamente. A partir de un proyecto que presentamos pudimos agrandar casi 3 veces más nuestro proyecto para seguir ampliando y armando la fábrica. También fue necesario que los productores pusiéramos plata para poder seguir avanzando. Estamos en esa etapa”.

Organización

El sur cebollero produce el 70% de la cebolla del país: el 30% se exporta y el resto se comercializa en el mercado interno. Comprende las localidades de Pedro Luro, Hilario Ascasubi, Villalonga, Pradere, Mayor Buratovich, Río Colorado, entre otras. Son más de cuatro mil familias dentro del MTE Rural productoras de cebolla y algunas productoras de hortalizas y verduras.

“Las unidades productivas familiares realizan este trabajo desde hace muchos años, teniendo conocimiento y experiencia, además de un mercado con una demanda importante. Actualmente, el precio de la cebolla tiene muchos vaivenes, provocando por momentos grandes pérdidas a los productores debido a no poder solventar los costos asociados a la producción. Uno de los componentes más importantes son el costo de los insumos en la producción como: la urea, fertilizantes foliares, insecticidas y las semillas”, agregó  Monguzzi.

En la zona la mayor parte de los productores de cebolla y otras hortalizas, alquilan la tierra. Esto implica un costo más en la producción, “también esto hace a la falta de inversión predial para la producción y dificulta un buen manejo en la fertilidad del suelo”, argumentó Monguzzi.

La elaboración de bioinsumos es una práctica en las distintas producciones vegetales, en especial en las hortícolas por el alto costo de los insumos industriales, siendo una alternativa de menor costo, saludable y amigable con el medio ambiente. Al respecto Herrera manifestó que “tener nuestros bioinsumos beneficiaría a gran parte de la población de los productores que constituyen el MTE. Acá se siembra cebolla, papa y zapallo que son muy buenos productos”.

Otro aspecto importante es el uso de muchos insumos locales y fáciles de conseguir (guano, huesos, leche, etc.) para la elaboración de los mismos.

Hoy, en Villalonga, Mayor Buratovich y Río Colorado se están haciendo los bioinsumos y capacitaciones en los campos. En este proceso se produce además un intercambio de saberes y experiencias de los mismos productores y productoras que van desarrollando de manera colectiva el aprendizaje y llevando adelante una forma de comercialización y de trabajo con una perspectiva solidaria y sustentable.