El cultivo habría registrado mejoras en el crecimiento con estos residuos como fuente de nutrientes.
Técnicos del INTA Manfredi (Córdoba) evaluaron el efecto del compost de estiércol bovino y vinaza derivada de la producción de levadura panadera, en maíz destinado a forraje y registraron que era beneficioso para su desarrollo y crecimiento.
El ensayo se implantó durante la campaña agrícola 2018/2019, en un lote agrícola del establecimiento “Don Sebastián” de la localidad cordobesa de San Agustín, sobre un suelo Argiustol típico y su rendimiento medio fue de 17.432 kilos de materia seca por hectárea.
Mientras que en los nutrientes se observaron diferencias significativas en el contenido de fósforo total, entre la parcela donde se aplicó la mayor dosis de compost con vinaza y la tratada con fertilizante químico, lo que es importante por el costo de este material.
Otra observación de interés fue que la materia orgánica y nitrógeno total –dos indicadores de la fertilidad potencial de un suelo– no registraron diferencias significativas entre el análisis de suelo efectuado antes de la aplicación de compost y el muestreo posterior a la cosecha del cultivo.
Y con respecto al pH del suelo, esta variable se encontró en valores cercanos a la neutralidad tanto al inicio del ensayo como luego de la cosecha, a pesar de que el pH de las pilas de compost era alcalino lo que favorecería la absorción de nutrientes.
Fuente: Prensa INTA.