Prevenir las zoonosis bovinas beneficia a la producción láctea de la Argentina

En el Día Mundial de la Leche, el Senasa destacó la relación entre el control de enfermedades y el valor agregado mediante su calidad.

Cada 1° de junio se celebra el Día Mundial de la Leche, una fecha proclamada en 2001 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), con el objetivo de tratar cuestiones relacionadas con el sector lechero en el mundo e incentivar su consumo.

Según la FAO, la leche es fuente importante de energía alimentaria, proteínas de alta calidad y grasas y puede contribuir a la ingestión de nutrientes como el calcio, magnesio y vitamina B12, entre otros.

En Argentina, la lechería conforma uno de los complejos agroindustriales más importantes, por lo que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) destaca la influencia de la prevención de enfermedades zoonóticas en la calidad de este producto.

La aplicación de planes de control y erradicación de enfermedades como la tuberculosis y la brucelosis por parte Estado redunda, entre otros factores, en mejoras significativas en cuanto a la inocuidad de la leche producida al favorecer el valor agregado en la producción agroalimentaria destinada al consumo interno y a la exportación.

Según datos del Senasa, la distribución de tambos por provincia indica que Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe concentran más del 84% de los establecimientos y alrededor del 90% de las vacas lecheras y que el Servicio cuenta con más de 8.700 establecimientos registrados como “Bovinos tambos”, en los cuales existen más de 10 mil inscriptos en el Renspa -unidades productivas-, que poseen un stock de un millón y medio de vacas y totalizan más de tres millones de bovinos totales.

En Argentina, la situación actual de la tuberculosis bovina y su potencial como país proveedor de carne de calidad, motivan a fortalecer y dinamizar las estrategias del plan nacional de control y erradicación de esta enfermedad, establecido por la Resolución Nº 128/2012 del Senasa.

El plan nacional determina que la totalidad de los tambos y cabañas de bovinos, caprinos y de ovinos de leche debe realizar obligatoriamente diagnósticos periódicos en todos los animales susceptibles y eliminar aquellos que resulten reaccionantes a la técnica diagnóstica de referencia (tuberculinización).

Por su parte la brucelosis es otra enfermedad zoonótica infecto contagiosa de los bovinos que influye negativamente en la rentabilidad de las explotaciones y para para disminuir su impacto el Plan Nacional de Control y Erradicación de Brucelosis Bovina, normado por la Resolución 67/2019 y sus modificatorias, prevé la vacunación obligatoria a todas las terneras de tres a ocho meses de edad en simultáneo con las campañas de fiebre aftosa, la realización de la Determinación Obligatoria del Estatus Sanitario (DOES) para la identificación de la situación sanitaria de cada establecimiento, el saneamiento de los rodeos que resulten positivos y el control de movimientos para evitar la diseminación de la enfermedad.

Además, se lleva a cabo el Proyecto de intervención sanitaria en rodeos de Agricultura Familiar para la realización de la DOES establecidas en la Resolución 67/2019 y la Dirección Nacional de Sanidad Animal y la Coordinación de Agricultura Familiar del Senasa trabajan junto con el Instituto Nacional de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (Inafci), los gobiernos provinciales, entes sanitarios y organizaciones del sector de diferentes provincias, para controlar la brucelosis en las unidades productivas (UP) del sector.

Fuente: Prensa Senasa.