Registran tres Áreas Productoras de Semillas de Especies Nativas

La declaración de nuevas fuentes semilleras autorizadas a colectar semillas, plantas o partes de plantas que serán utilizadas para investigación, mejoramiento y multiplicación, significa un paso destacado hacia la conservación del germoplasma nativo vegetal.

En 2018 la Resolución N° 318 planteó el objetivo de fomentar la conformación de Áreas Productoras de Semillas de Especies Nativas (Apsen) para conservar el germoplasma nativo vegetal en su sitio de evolución natural original de propiedades o reservas naturales, sean privadas o públicas. De esta manera, se reglamentaba la producción y el comercio de semillas de especies nativas en el país, certificando el origen y la identidad de todo material de propagación proveniente de estas áreas.

En el marco del convenio celebrado entre el Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables de la provincia de Misiones y el Instituto Nacional de Semillas (Inase) la coordinación permitió resguardar los recursos genéticos de las especies de la Selva Misionera. De esta forma y con la intervención de la Facultad de Ciencias Forestales de esa provincia se otorgó el primer certificado Apsen a Beatriz Eibl, que desarrolla sus actividades en Eldorado.

El segundo certificado Apsen fue otorgado a la Cooperativa Yerbatera 2 de Mayo Limitada, del Municipio de Aristóbulo del Valle, la cual desarrolla actividades en una reserva y produce yerba mate y té. El tercer área certificada hasta el momento es la Reserva de Uso Múltiple Guaraní de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), convirtiéndose así en la primera Casa de Estudios en contar con un espacio natural de estas características.

Investigación y la cooperación entre instituciones públicas

La certificación de Apsen requiere de un trabajo técnico conjunto entre los estamentos nacionales, provinciales, municipales y privados, ya que de esa interacción surgen la identificación y evaluación de sitios estratégicos para la producción de semillas y para la provisión de la demanda de frutos para la producción de plantas en los viveros de cada región.

Según el profesional del Inase, Jorge Cortés, el trabajo del organismo es “una manera de dar valor a la producción de semillas del bosque nativo en la naturaleza, resguardando la biodiversidad, a través del registro voluntario de árboles semilleros, y que nos permite identificar los mejores ejemplares de los árboles nativos para lograr que el productor que conserva bosque nativo pueda contar con un elemento más de producción y de comercialización de semillas”.

A su vez, desde el punto de vista ambiental, colaborar en la sustentabilidad de estas áreas es importante ya que proveen servicios ecosistémicos regionales al actuar como áreas de infiltración de agua de lluvia, alimentando las napas freáticas, y ofrecen alternativas para alimento y refugio de aves, insectos y animales, además de cumplir un rol en la regulación de la temperatura y en la restauración de ecosistemas.

Fuente: Argentina.gob.ar.