Entomólogos del INTA destacan la importancia del monitoreo permanente de los lotes y aconsejan para mitigar el impacto.
El pulgón amarillo del sorgo (Melanaphis sacchari) es una de las plagas más dañinas para el cultivo, porque se alimenta de la savia e impide que la planta se desarrolle y forme granos.
En los muestreos de junio, julio, agosto y la primera quincena de septiembre se observaron colonias en lotes de sorgo de Las Breñas, Colonia Elisa, Hermoso Campo, Charata, General Pinedo y tres Isletas ubicadas en Chaco; Bañaderos en Formosa y El Caburé en Santiago del Estero.
El pulgón amarillo coloniza cuando las plantas tienen dos o tres semanas de edad y hay que frenarlo antes que su aumento poblacional llegue al “efecto grupo”, cuando por causa del hacinamiento adquiere forma alada y se dispersa.
En lotes sin atender la producción puede reducirse hasta un 100 %, por lo que el INTA propone eliminar los posibles focos antes de la siembra; usar insecticidas en las semillas; monitorear semanalmente luego de la siembra y en sorgo de alepo, revisar el envés de la primera hoja de color verde ubicada en la parte baja de la planta y la hoja más alta antes de la hoja bandera inferior y una superior en cinco plantas elegidas al azar.
Además, es conveniente identificar la presencia de insectos benéficos que podrían colaborar en el control de la plaga y en caso de identificar pulgones en el cultivo se aumentará la frecuencia de revisión a dos veces por semana.
Si se requiere la utilización de agroquímicos, se debe usar la receta de un ingeniero agrónomo matriculado para cualquier tipo de aplicación y comunicarlo a los apicultores de la zona para que tomen los recaudos necesarios en sus colonias de abejas.
Fuente: Prensa INTA.