Evalúan insectos como alternativa de alimentación

En un mundo cada vez más habitado, la producción de alimentos gana protagonismo y las fuentes de proteínas de alta calidad nutricional ocupan un rol trascendental.

Un equipo de investigación del INTA y el INTI elaboró budines, panes y pastas a partir de grillo en polvo.

Los especialistas destacan el alto aporte nutricional y contenido proteico de esta fuente alternativa y sustentable de alimentación. Además, una reciente encuesta de los organismos involucrados confirmó que más del 60 % de los consumidores aceptaría el uso de insectos en polvo como ingrediente.

Por esto, un equipo de investigación del INTA y el INTI desarrolló prototipos de alimentos utilizando entre un 10 y un 20 % de grillo en polvo, un novedoso ingrediente usado como fuente alternativa de alimentación por su alto aporte nutricional.

Gabriela Gallardo, directora del trabajo e investigadora en el Instituto de Tecnología de Alimentos del INTA, señaló: “Entre estos prototipos, ya hicimos panificados, barras de cereal y logramos elaborar pastas que cuentan con un alto contenido de proteínas, según las normas de rotulado nutricional del Código Alimentario Argentino (CAA)”.

Para esta investigación se utilizaron grillos de la especie Gryllus assimilis provistos por una empresa privada, que fueron secados, molidos y tamizados hasta obtener un polvo similar a la harina de trigo, con el que se elaboraron fideos frescos -tipo “rigatoni- con dos tipos de masa: una tradicional a partir de una mezcla de harina integral y harina 000 y un reformulado que reemplazó un 18 % la mezcla anterior con grillo en polvo, que presentó un aumento en el contenido de proteínas de un 30.8 %” de acuerdo con los requerimientos de la FAO.

Una respuesta al desafío de encontrar fuentes alternativas y sostenibles de nutrientes, ya que la producción de insectos para consumo humano o animal tiene bajo impacto ambiental y alto nivel proteico, aunque es importante la creación de un marco en el Código Alimentario Argentino para asegurar que los insectos y sus derivados sean genuinos y elaborados con criterios que aseguren su inocuidad.

Fuente: Prensa INTA.