La estrategia permite aumentar la biodiversidad, la fertilidad y la tasa de infiltración de agua en el suelo, entre otros beneficios.
Regenerar es dar nueva vida a algo, para restablecerlo o mejorarlo., un concepto aplicado con buenos resultados en el diseño del pastoreo en la unidad productiva “Nueva Palmira” del INTA Rafaela, Santa Fe.
El trabajo surge de un convenio de colaboración e investigación con Perennia Nodo Ovis 21 Santa Fe y de acuerdo con Virginia Mazzuca -extensionista del San Cristóbal, Santa Fe-: “El pastoreo planificado con manejo hístico apunta a mejorar todo el ambiente del sistema ganadero pastoril. Se busca restablecer la fertilidad natural de los suelos, al tiempo que mejora la biodiversidad con la aparición de nuevas especies. Además, aumenta la tasa de infiltración de agua en el suelo y el porcentaje de cobertura en el suelo”.
A estos indicadores se suma un aumento en el secuestro de carbono, una mejora en la productividad tanto a escala animal como de producción de forrajes y la rentabilidad del sistema. Al respecto Mazzuca afirma: “Si todos los indicadores mejoran, medidos por un protocolo de verificación de resultados ambientales (EOV, por sus siglas en inglés) confirman que se está regenerando el suelo”.
La clave del éxito está en respetar los tiempos de recuperación de los pastizales y en planificar el pastoreo de acuerdo con la disponibilidad de materia seca, la época del año, los requerimientos del rodeo y las características propias de cada potrero para la toma de decisiones.
La Nueva Palmira cuenta con un rodeo de 385 vacas en servicio, 11 toros, 70 vaquillonas de reposición y 320 terneros en una superficie de 596 hectáreas, con el 15 % cubierto con especies leñosas del bosque nativo, 10 hectáreas sembradas con especies megatérmicas y el área restante con praderas de “gramillar”.
Para Martin Favre, educador en Manejo Holístico y Responsable de Nodo Perennia de Ovis 21 en Santa Fe: “La Argentina tiene una enorme oportunidad -con 150 millones de hectáreas de tierras de pastoreo-, de manejar en forma correcta esos ambientes brindando al planeta servicios ambientales vitales y necesarios en este momento de la humanidad”.
El manejo regenerativo del pastizal consiste en una planificación del pastoreo para el que se divide al rodeo en categorías – terneras de recría, vaquillonas de reposición, rodeo joven, rodeo general y toros- a las que se les asignan diferentes potreros conformando “células de pastoreo” y se planifican las rotaciones en dos momentos del año.
La estrategia implica dos momentos: el plan abierto para la temporada de crecimiento cuando se define un tiempo de recuperación del pastizal, de acuerdo a las especies y el plan cerrado para la temporada de no crecimiento , que consiste en dos pastoreos en cada lote con un tiempo de descanso aproximado de 90 días entre cada uno. Los objetivos son administrar el forraje disponible y realizar un balance de raciones en función de la demanda planeada según la condición corporal del rodeo.
Fuente: Prensa INTA.