Especialistas del INTA trabajan en la restitución de cultivos en aquellas regiones en que se perdieron.
Desde la década de 1950, los bancos de germoplasma de las estaciones experimentales agropecuarias del INTA en Salta, Balcarce y Pergamino conservan –respectivamente- variedades locales de poroto, papa y maíz y complementan las de fincas de algunos agricultores.
Esto es importante, porque las variedades o poblaciones locales cumplen un rol esencial en la provisión de alimentos, permitiendo que las especies y los ecosistemas evolucionen y se adapten al ambiente cambiante; aportando a los programas de mejoramiento genético de los cultivos y proporcionando valores sociales y culturales.
Hace años se observa una disminución en el cultivo de las variedades locales, pero existen grupos de agricultores y comunidades que continúan cultivándolas en conjunto con especialistas del INTA, desean recuperar aquellas con las que hoy no cuentan y contribuyen a la seguridad alimentaria y la conservación de los agroecosistemas.
Fuente: Prensa INTA.