Prevenir el estrés térmico en bovinos de producción

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) continúa con la campaña de prevención del estrés por calor en animales de producción.

Como consecuencia de las temperaturas altas, disminuyen la fertilidad, la producción y el rendimiento de los rodeos, mientras aumenta el riesgo de muerte por golpe de calor, por lo que se recomienda chequear semanalmente el Índice de Temperatura y Humedad (ITH) en el Sistema de Información y Gestión Agro-meteorológica del INTA, para evaluar las condiciones ambientales y tomar medidas preventivas.

Para que un animal pueda perder el calor acumulado a lo largo del día y recuperarse, se estima que la temperatura debe descender por debajo de los 21°C en la noche, durante al menos unas seis u ocho horas, aunque también intervienen factores propios la edad, color, largo del pelo, el porcentaje de grasa corporal y la alimentación.

Las señales de stress a observar en los bovinos son: aumento de la frecuencia respiratoria y el consumo de agua, búsqueda de sombra, disminución de los desplazamientos, reducción del consumo de alimentos, jadeo, salivación excesiva y protrusión de la lengua.

Se recomienda prevenir proveyendo sombra suficiente, evitando el hacinamiento, proporcionando abundante agua fresca y dietas “frías”, priorizando los pastoreos nocturnos y de madrugada y en el engorde a corral, administrando el 30% o 40% de la ración por la mañana y el resto por la tarde, evitando manejos durante las horas calurosas, planificando tareas temprano o al caer la tarde, refrescando la hacienda y el suelo de los corrales con agua y las salas de ordeñe con ventiladores y aspersores.

Pero fundamentalmente vigilar el comportamiento de los animales, para identificar síntomas y en caso de dudas consultar a un veterinario/a.

Fuente: Prensa Senasa.