Promueven el cultivo de hongos comerciales

Luego del período de inoculación o siembra en el mes de marzo, ésta es la época del año para disponer los tocones de los álamos en su lugar definitivo.

La Agencia de Extensión Rural (AER) del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Centenario, Provincia de Río Negro, publicó avances en la producción de hongos por parte de productores de la zona del Alto Valle del Río Negro.

Informan que durante el mes de marzo se comenzó con la última etapa que involucra la producción de hongos comestibles sobre troncos de álamo. En estos días los tocones son retirados del interior de las bolsas negras y se disponen en el interior de los sombráculos para dar inicio a la fructificación de las gírgolas. Para lograr un correcto crecimiento reproductivo, aconsejan que el productor debe regar los tocones de 3 a 4 veces al día, observándose la aparición de los primordios transcurridos unos 10 días aproximadamente.

En esta época son frecuentes las visitas por parte de los técnicos de la AER INTA Centenario a los productores para el asesoramiento y la observación de cómo ha sido la incubación efectuada por el hongo, determinando la colonización del micelio sobre la estructura del tronco. El contacto con los productores sirve también para establecer en el lugar cuáles son los aspectos fundamentales que se deben priorizar para optimizar la posterior cosecha de los Pleurotus.

La producción de hongos comestible perteneciente al género Pleurotus sp, se observa en la región aledaña al Alto Valle como una alternativa, por cuanto se caracteriza por no demandar una gran inversión y se puede cultivar dentro de una unidad productiva que presente un esquema diversificado.

Actualmente, desde la Agencia se asesora y acompaña a diversos emprendimientos, cuya escala va desde el autoconsumo que pueden satisfacer la demanda familiar, hasta industriales que generan importantes excedentes de gírgolas que se ofrecen al mercado en fresco, deshidratados y en conserva.

El período de cosecha generalmente se extiende por un lapso de 70 días, finalizando la aparición de las fructificaciones cuando en el Alto Valle comienzan a ser frecuentes las heladas. A partir de esa etapa del año el hongo entra en una fase de latencia hasta la siguiente temporada.

El número de productores crece todos los años en forma dinámica y están ubicados en diversas comunidades de las provincias de Río Negro y Neuquén.

Se puede obtener más información en la publicación Una alternativa de diversificación productiva para los valles Patagónicos, cuya autoría es de Maite Alder y María Fany Zubillaga. Se pueden realizar consultas vía email al técnico Jorge Rodolfo Sánchez.

Fuente: Facebook INTA AER Centenario.