El ingreso masivo de ovinos en el partido de Patagones a partir de 2010 generó serios inconvenientes en el control de enfermedades parasitarias como la phthiriasis o pediculosis, provocadas por el piojo masticador Bovicola ovis.
En el INTA Patagones se desarrolló un módulo para aspersión, con la particularidad que el complejo sistema de activación fue reemplazado por una palanca.
En julio de 2017, el INTA dio a conocer la publicación “Nuevo módulo por aspersión para el tratamiento de la pediculosis en ovinos”, con autoría de Martín I. Abad. En la misma se plantea que luego de la catástrofe ambiental sufrida entre 2006 y 2009 en el partido de Patagones, se dispuso una importante cantidad de recursos, tendientes a recuperar el potencial productivo de la zona desbastada. Los recursos fueron orientados principalmente a la compra de hacienda ovina, retención de vientres y en menor medida para la mejora de la infraestructura predial.
En 6 años aproximadamente con el apoyo del Estado y el esfuerzo de muchos productores, el partido de Patagones incrementó el 310 por ciento de su stock ovino, pasando de unas 89.700 cabezas en 2010 a 278.794 en 2017 en manos de unos 710 productores.
Dentro de estos 710 productores de ovinos del partido, había algunos con vasta experiencia sobre la producción ovina, otros que se reincorporaron a la actividad, y también se sumaron productores nuevos sin experiencia. Esta diversidad de actores, con diferentes niveles de conocimientos sobre el manejo del ovino se vio reflejado en la dificultad para controlar algunas enfermedades que afectan esta producción como la sarna y pediculosis ovina. Esta parasitosis genera importantes pérdidas en los sistemas, ya que los animales dedican gran parte de su tiempo al rascado, por el intenso prurito que provoca.
Enfermedades endémicas y tratamientos
Las dos enfermedades parasitarias más frecuentes en la zona son la sarna provocada principalmente por el Psoroptes ovis y la pediculosis provocada por el piojo masticador Bovicola ovis.
En el caso de la sarna, los ácaros se alimentan de linfa que obtienen al perforar la piel del hospedador, provocando exudado, irritación y picazón intensa. El animal parasitado se rasca, no come, la lana se deteriora, provocando grandes pérdidas. Estas pérdidas son importantes, los animales adelgazan porque están todo el día rascándose, observándose una merma importante de la cantidad y calidad de la lana producida.
Para el tratamiento de la sarna, los productores utilizan casi con exclusividad la ivermectina inyectable, que si se da en la dosis apropiada tiene excelentes resultados. En menor medida algunos productores utilizan el baño por inmersión como tratamiento, teniendo que realizar dos baños separados de 7 días para controlar esta parasitosis.
En el caso de la pediculosis, la situación es un más complicada, esta parasitosis es provocada por un piojo masticador que se alimenta de descamaciones y exudados de la piel, por lo que los endoctocidas como las avermectinas, no actúan sobreestos. El piojo en su andar provoca irritación y picazón, los animales dejan de comer, adelgazan y se rascan intensamente provocando grandes pérdidas de lana.
Para el tratamiento de la pediculosis, los productores utilizan mayormente los productos con aplicación pour on y en menor medida los baños por inmersión. Con frecuencia ocurre que realizan un solo tratamiento después de la esquila, las poblaciones de piojos disminuyen pero no la eliminación totalmente, ya que los productos no son ovicidas.
Módulo diseñado en el INTA Patagones
En Argentina es posible conseguir el módulo Super jetter. un producto fabricado en Uruguay. Este equipo portátil es similar a uno hecho en Australia. La diferencia es que el uruguayo posee un sistema de activación automático que requiere la calibración de los animales, que al pasar por su interior empujen la puerta que abre el circuito. Este equipo es difícil de obtener y su precio es bastante elevado .
En la Agencia de Extensión Rural (AER) del INTA Patagones se construyó un módulo que tiene las mismas dimensiones que los importados, pero posee algunas modificaciones que permiten simplificarlo, abaratarlo y sin perder eficacia en el tratamiento.
Consta de una motobomba de 2” que succiona de un tanque de reserva de 1.000 litros, donde se prepara la solución piojicida. Esta bomba es conectada al módulo con la manguera de inyección principal ingresando con 1 1⁄2 pulgada de diámetro con una presión 3 kg. La activación es manual, mediante una palanca que abre la llave de paso al circuito de distribución e inyección. El consumo de solución promedio es de 2,5 litros por animal.
Las principales modificaciones con respecto a otros sistemas mencionados son el agregado de 4 inyectores superiores, la palanca para activación manual, la estructura de hierro estructural y madera que mejora el paso de los animales.
Otra de las modificaciones que se le realizaron es una bandeja que se coloca debajo del módulo, para recuperar el líquido con antiparasitario excedente, que no quedó en la lana del animal. Para vaciar la bandeja se utiliza una bomba tipo achique de embarcación que envía el remanente a un deposito.
Durante 2016 se realizaron ajustes en el aparato y para probar la eficacia de los tratamientos se evaluaron alrededor de 4 mil animales en seis establecimientos agropecuarios con el asesoramiento de especialistas en parasitosis del INTA Bariloche.
Se probaron productos antiparasitarios con diferentes drogas, (diazinon, cipermetrina y clorpirifos) pero en la combinacion de cipermetrina y clorpirifos se encontraron los mejores resultados.
La evaluación de desempeño del módulo para aspersión de ovinos arrojó los resultados esperados por lo tanto será incorporado en el territorio como un método efectivo para el tratamiento de la pediculosis en ovinos, finaliza el informe.